Un antiguo sicario denuncia que Duterte ordenó asesinatos cuando era alcalde de Davao

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PRESIDENCIA DE FILIPINAS
Actualizado: jueves, 15 septiembre 2016 15:30

"Nos ordenó matar a musulmanes", asegura Edgar Matobato, que llegó a ejecutar a más de 50 personas

MANILA, 15 Sep. (Reuters/EP) -

Edgar Matobato, un antiguo sicario, ha asegurado en el Senado de Filipinas que el actual mandatario del país, Rodrigo Duterte, dio personalmente órdenes de asesinato de personas cuando era alcalde de la ciudad de Davao, situada en el sur del país y en la que los activistas denuncian que se han llevado a cabo cientos de ejecuciones sumarias.

En una comparecencia ante una comisión de investigación parlamentaria sobre la actual campaña contra el crimen, Matobato, que ha reconocido que era un asesino a sueldo, ha asegurado a los senadores que él escuchó al entonces alcalde de Davao dar órdenes para que se llevaran a cabo asesinatos extrajudiciales.

"Nuestro trabajo era matar a delincuentes como camellos, violadores y secuestradores", ha relatado el antiguo sicario, que ha admitido que mató a más de 50 personas cuando trabajaba para el 'Escuadrón de la muerte de Davao'.

"Se les mataba como a pollos", ha asegurado, en su comparecencia televisada, en la que ha explicado que el hijo mayor de Duterte, Paolo Duterte, actual teniente de alcalde de Davao, era un consumidor de drogas y que ordenó matar al propietario de un hotel en 2014.

Rodrigo Duterte ha negado en reiteradas ocasiones haber estado vinculado con los asesinatos extrajudiciales, tanto en su etapa de primer edil como cuando ha llegado a la Presidencia del país. En una intervención que ha tenido este jueves por la tarde no ha mencionado las acusaciones del antiguo sicario.

Los grupos defensores de los Derechos Humanos han documentado unas 1.400 muertes por causas sospechosas en Davao desde principios de los años 90 y los detractores de Duterte dicen que los asesinatos extrajudiciales han aumentado desde que el mandatario asumió el cargo, el 30 de junio de 2016.

Más de 3.500 personas, unas 47 por día, han muerto en las últimas diez semanas, un 58 por ciento de ellas a manos de asaltantes no identificados y el resto en operaciones policiales, según las estimaciones de la propia Policía.

Matobato ha señalado que en los 90 llegó a escuchar por casualidad que Duterte había ordenado atacar con bombas una mezquita, en represalia por un ataque que había sufrido una catedral. "Nos ordenó matar a musulmanes", ha asegurado Matobato.

EL MINISTRO DE JUSTICIA DICE QUE ES MENTIRA

El ministro de Justicia, Vitaliano Aguirre, ha rechazado el testimonio de Matobato y ha asegurado que son "mentiras, invenciones y un producto de una imaginación entrenada y fértil".

En su comparecencia ante el Senado, Matobato ha dicho que un hombre murió devorado por un cocodrilo y que la mayoría de los cuerpos de las víctimas eran descuartizados y enterrados en una fosa común en una cantera. Además, ha afirmado que otros cuerpos fueron tirados al mar tras haberles extraído los estómagos para impedir que flotaran.

El ministro portavoz del presidente, Martin Andanar, ha afirmado que no cree que Duterte haya sido capaz de ordenar asesinatos y ha recalcado que las investigaciones han demostrado que es inocente. Aunque la existencia de escuadrones de la muerte en Davao nunca se ha demostrado, es un tema recurrente en Filipinas y forma parte de la narrativa que ha acompañado al ascenso meteórico de Duterte a la Presidencia del país.

Naciones Unidas y Estados Unidos han mostrado su preocupación por la campaña contra el tráfico de drogas iniciada por Duterte, quien ha rechazado las críticas y ha emplazado a no interferir en los temas de Filipinas.

EL HIJO DE DUTERTE TAMBIÉN NIEGA LAS ACUSACIONES

Paolo Duterte, el hijo del presidente Duterte, ha rechazado las acusaciones de Matobato y ha asegurado que se basan "en rumores". Matobato es un personaje bastante desconocido y que se presentó voluntariamente para dar testimonio en la investigación parlamentaria que lidera en el Senado Leila de Lima, una exministra de Justicia que ha denunciado la lucha de Duterte contra la droga.

De Lima todavía tiene que aclarar por qué no ha intentado procesar a Duterte por los asesinatos extrajudiciales en Davao cuando ella era la titular de Justicia del Gobierno, una época en la que Matobato acudió a ella para pedirle protección.

Matobato ha dicho ante la Cámara Alta que fue paramilitar con los rebeldes maoístas y que decidió contar todo lo que sabe cuando se dio cuenta de que querían convertirle en el chivo expiatorio del asesinato de un empresario de Davao.