BEIJING 6 Sep. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -
El presidente estadounidense, George W. Bush, y su homólogo chino, Hu Jintao, se reunieron hoy en Sidney aprovechando la actual cumbre económica de Asia-Pacífico, en un encuentro en el que analizaron diversos puntos de fricción, desde los problemas de calidad de los productos "made in China" hasta la libertad religiosa en el país asiático pasando por el cambio climático.
"(Hu) es un hombre con el que resulta fácil hablar", comentó Bush tras el encuentro, de alrededor de hora y media de duración, y en el que aseguró haberse sentido "muy cómodo".
El líder chino, por su parte, calificó las conversaciones de "francas y amistosas", pese a los temas tratados. "Ambos manifestamos nuestro deseo de seguir trabajando en el desarrollo y crecimiento de los lazos empresariales y comerciales entre ambos países", declaró Hu.
Bush afirmó haber trasladado a Hu la inquietud estadounidense sobre cuestiones de libertad religiosa en China, así como sobre las repetidas retiradas de productos fabricados en el país asiático por fallos en su sistema de control de calidad. "Hu fue bastante elocuente con respecto a seguridad en la producción y yo agradecí sus comentarios", declaró el presidente estadounidense.
Sobre la seguridad en la producción china, Hu aseguró hoy que su país está dispuesto incrementar la cooperación con otros países para mejorar su actual sistema de control, según informa la agencia china Xinhua. "Desde la producción hasta el trasporte y las importaciones y exportaciones, estamos haciendo todos los esfuerzos para garantizar la calidad y seguridad de los productos", dijo Hu.
En cuanto al cambio climático, ambos líderes coincidieron en señalar, de acuerdo con Hu, que el problema debe afrontarse impulsando la cooperación internacional. "Consideramos que el problema del cambio climático está ligado con el bienestar de toda la humanidad y el desarrollo sostenible del mundo en su conjunto", afirmó Hu.
El país asiático, por otra parte, hizo público hoy un comunicado conjunto con Australia en el que ambos países se comprometen a colaborar para hacer frente al cambio climático, así como en temas energéticos "por medios coherentes con las aspiraciones económicas de crecimiento de cada uno", según informa el diario 'Shanghai Daily'.