PARIS 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
A las elecciones municipales y cantonales que se celebran en primera vuelta el próximo domingo 9 de marzo se presentan un total de 21 miembros del Gobierno de los 33 con los que cuenta el Gabinete del primer ministro, François Fillon, que es a su vez cabeza de lista de la UMP en Solesmes (Loira). Once de ellos son cabeza de lista y siete son ministros. Es posible porque no hay una ley de incompatibilidad que lo impida.
La ministra del Interior, Michèle Alliot-Marie, está en la lista de la UMP en San Juan de Luz (Pirineos Atlánticos) y su colega de Educación, Xavier Darcos, que ya es alcalde de Périgueux (Aquitania) se presenta a la reelección. El titular de Defensa, Hervé Morin, es alcalde saliente de Epaignes (Alta Normandía) y el de Presupuesto, Eric Woerth de Chantilly (Picardía).
En la lista de la UMP en Valenciennes (Norte) figura el ministro de Ecología, Jean Louis Borloo, y Xavier Bertrand, responsable de la cartera de Trabajo en la de Saint-Quentin (Picardía). En París, se estrenan como candidatas a tres circunscripciones las titulares de Justicia, Rachida Dati, la de Economía, Christine Lagarde, y la de Cultura, Christine Albanel.
En la prensa gala se ha llegado a interpretar este superávit ministerial en las listas de la UMP como el reconocimiento implícito de las dificultades de Sarkozy para hacer remontar su popularidad. En definitiva, como el recurso del presidente para responder a los ataques de los que es objeto.
EL CANDIDATO JEAN SARKOZY
Por otro lado, el hijo del jefe del Estado, Jean Sarkozy, de 21 años, debuta en la política y se presenta como candidato a las cantonales en Neully, la localidad acomodada de la periferia parisina, en la que su padre hizo carrera política como alcalde.
La llegada de Jean Sarkozy a la arena política fue especialmente llamativa porque se produjo después de haber participado en un complot para destronar al portavoz del presidente y otrora protegido de Sarkozy, David Martinon, como cabeza de lista de la UMP a la alcaldía de Neully, a la vista del descalabro que auguraban los sondeos.
El presidente, que ha manifestado varias veces su orgullo por ver a su hijo seguir sus pasos, niega cualquier acusación de nepotismo. "El nepotismo es la nominación, no la elección", señalaba en una reciente entrevista concedida a 'Le Figaro'.
"Mi hijo quiere simplemente poder probar suerte como los demás.Yo respeto su libertad, creo que lleva su campaña con mucha valentía. Es un joven que no se doblega ante la tormenta, que tiene temperamento. Si le hace feliz entrar en política, yo soy feliz. Estoy orgulloso de él", añadió Sarkozy.