Aprobada con más del 68 por ciento de los votos la nueva Constitución de Tailandia

Actualizado: domingo, 19 agosto 2007 15:05


BANGKOK, 19 Ago. (EUROPA PRESS) -

Los sondeos apuntan a un respaldo de, al menos, el 68 por ciento de la población a la nueva constitución de Tailandia, redactada bajo el dominio de una junta militar que derrocó al primer ministro Thaksin Shinawatra en septiembre del año pasado. El proceso de democratización prometido por los militares concluirá previsiblemente con la celebración de elecciones generales en diciembre.

Las encuestas auguran un amplio respaldo de la población a la 18ª constitución tailandesa. La encuesta del Instituto Suan Dusit, publicada poco después del cierre de las urnas, indica que el 68 por ciento de los votos serán afirmativos. La encuesta de ABAC, por su parte, eleva incluso esta proyección a más del 70 por ciento.

Mientras, la Comisión Electoral informó de que reportes no oficiales indican que más del 60 por ciento de los 45,6 millones de tailandeses con derecho ha voto depositó su sufragio durante las ocho horas de votación.

El primer ministro, Surayud Chulanont, valoró la alta participación, que interpretó como "el primer paso para avanzar hacia una democracia completa".

En declaraciones a la emisora de televisión Channel 11 aseguró que la Carta Magna podría ser finalmente promulgada a finales de agosto, justo después de la aprobación del rey Bhumibol Adulyadej. "Si el pueblo considera que hay defectos en la Constitución, será el próximo gobierno el que la enmiende", prometió.

De concretarse, esta aprobación de una nueva Constitución supone una derrota para los partidarios de Thaksin, pero propiciaría un elemento de calma en la turbulenta política del país. Tampoco faltan los analistas que apuntan a que supone un retroceso democrático, ya que justificaría la intervención del Ejército en la política.

El texto constitucional que se someterá a plebiscito fue desarrollado por el Consejo para el Borrador Constitucional, dependiente de la Junta Militar, presentado el pasado 19 de abril y aprobado el pasado mes de junio, donde en teoría se estipula la celebración de elecciones generales para finales de año.

Bajo el texto oficial, corre por el país la sensación de que este plebiscito es un intento de evitar la llegada al poder de otro primer ministro tan populista como lo fue Thaksin, con lo que la población se encuentra en estos momentos dividida entre los partidarios de Shinawatra, ahora exiliado con residencia habitual en Londres, y los de la Junta, aunque pocos esperan que este ejercicio democrático logre curar las heridas políticas del país.

"Es difícil oponerse a la Constitución sin parecer un partidario de Thaksin, y es difícil prestarla apoyo sin dar a entender que apoyas a la Junta Militar", reflexionó el ex senador Jon Ungphakorn, ahora crítico con ambos grupos. Sin embargo, dada la influencia de la Junta Militar, que ha conseguido que la situación política diste de ser "libre y justa", no parece que el texto tenga problemas para ser aprobado, según el antiguo político.

UNA CONSTITUCIÓN POLÉMICA

Según el Comité de redacción, esta nueva Carta Magna "restaurará la democracia en el país", aunque limita el mandato del primer ministro a dos legislaturas de cuatro años de duración, cada una. Además, reduce el número de diputados en el Parlamento desde los 500 hasta los 400. Lo mismo sucederá en el Senado, que verá reducido su aforo desde 200 a 160.

Además, bajo esta nueva Constitución, los senadores serán designados por el Gobierno en lugar de resultar elegidos en comicios democráticos. Para acabar con la dominante corrupción en el Gobierno, se ha introducido además un anexo por el que se ordena que cualquier cargo público acusado de prevaricación o negligencia profesional por un tribunal sea automáticamente expulsado de su cargo.

Esta Carta fortalece, esencialmente, la influencia de la burocracia en el país a costa de los partidos políticos, y da al Ejército un amplio margen de actuación dentro de la política del país. Especialmente preocupante es el artículo 309, que concede la amnistía a los golpistas y legitima la capacidad del Ejército para supervisar las decisiones que tome el futuro gobierno tailandés.