LONDRES, 26 Ene. (EUROPA PRESS)
La viuda de Yasir Arafat, Suha, admitió durante una entrevista que desconoce si su marido murió como causa de un envenenamiento, como reclaman los palestinos o por causas de enfermedad. En una entrevista poco usual concedida al diario árabe con base en Londres Al Sharq Al Awsat, Suha declaró que "sólo Dios sabe, porque Abu Amar (Arafat) se llevó todos sus secretos a la tumba".
Suha aseguró que quiso que el anterior presidente de la Autoridad Palestina recibiera tratamiento médico en Túnez porque "confiaba en los médicos de allí", pero no pudo ser porque el ex primer ministro palestino, Ahmed Qurei, ya había llegado a un acuerdo con el presidente francés, Jacques Chirac, para tratar a Arafat en París.
Según cita el diario hebreo 'Yediot Ahronot', acerca de la investigación de la Autoridad Palestina sobre la muerte de Arafat, que fue lanzada en un intento de probar que Israel estaba detrás de su muerte, Suha recordó que "ningún miembro veterano tiene nada que decir sobre este tema en este momento". "No quiero entrar en detalles pero he de decir que Túnez había planeado tratarle (a Arafat), y su presidente Zine el Abidine Ben Ali me dijo que traería médicos de Alemania e Italia", dijo la viuda.
La viuda de Arafat respondió además a las acusaciones vertidas contra ella de que controla todos los fondos de su marido, y por tanto todos los de la Autoridad Palestina, afirmando que "uno de estos días la verdad saldrá a la luz sin mí teniendo que defenderme".
Suha reconoció que en un principio ella y su hija común con Arafat, Zahwa, recibieron una pensión de la Autoridad Palestina, pero esta fue eliminada por razones que no están claras. "Lo único que me importa es la educación de mi hija Zahwa y garantizarle un futuro después de haber perdido a su padre", manifestó.
Por el momento, la viuda de Arafat rechaza regresas a los territorios palestinos debido a la situación. "Quiero conservar a mi hija y ya es suficiente con haber perdido a mi marido", señaló, considerando que "la atmósfera en Palestina ocupada es difícil, incluso más que en tiempos de Abu Amar (Arafat)". Suha y su hija viven en un palacio cedido por el presidente tunecino en dicho país, y, según esta, el mandatario les ha ofrecido ciudadanía tunecina.