Argelia.- El Grupo Salafista para la Llamada y el Combate se atribuye el ataque sobre dos autobuses en Argelia

Actualizado: martes, 12 diciembre 2006 2:07

EL CAIRO, 12 Dic. (EP/AP) -

Los miembros del Grupo Salafista para la Llamada y el Combate se atribuyeron ayer lunes la responsabilidad por el ataque en Argelia a dos autobuses de empleados de una compañía vinculada con Halliburton que provocó la muerte a una persona e hirió a otras nueve, al tiempo que advertía a los argelinos a evitar la visita a cualquier lugar con presencia americana en el país, insinuando la posibilidad de más ataques.

"Alejaos de los intereses de los infieles para evitar cualquier daño que podáis sufrir si estáis junto a ellos cuando sean nuestro objetivo", afirmó el grupo en un comunicado firmado con su acrónimo en francés, GSPC.

El ataque tuvo lugar en Bouchauoi, a 15 kilómetros al oeste de Argel, cerca de un bosque en la costa. Los autobuses transportaban empleados de la compañía Brown & Root Condor, una empresa producto de la fusión entre Halliburton's Brown & Root y Condor Engineering con contratos relacionados con la industria del petróleo argelina.

"Dios ha concedido a un grupo de nuestros guerreros santos la posibilidad de atacar a los Cruzados que trabajan para la BRC en Bouchaoui", indicaba el comunicado.

"Hemos llevado a cabo este asalto como un regalo para todos los musulmanes que sufren por la nueva Cruzada que se lleva a cabo contra el Islam y sus lugares santos", señaló la nota, que no pudo ser verificada de forma independiente.

El conductor que falleció era de nacionalidad argelina, mientras que entre los heridos se incluyen un estadounidense, varios británicos, un canadiense, un libanés y un argelino, según ha informado el Departamento del Interior de Argelia en un comunicado.

Ocho de los heridos recibieron atención médica en un hospital cercano y fueron dados de alta con rapidez, en tanto que uno permanece hospitalizado. En el comunicado no se informaba de la nacionalidad del paciente.

El ataque amenazó con manchar la percepción de seguridad que se tiene de la nación del norte de África, rica en petróleo, justo cuando ésta disfruta de un gran impulso en su industria petrolera, lo mismo que un incremento en la inversión privada tras una sangrienta guerra civil que arruinó al país en la década de 1990.