Ascienden a 36 los muertos por un ataque de rebeldes ugandeses en RDC

Publicado: domingo, 14 agosto 2016 14:25

KINSHASA, 14 Ago. (Reuters/EP) -

Al menos 36 personas han muerto a causa de un ataque perpetrado a última hora del sábado por rebeldes ugandeses en el este de República Democrática del Congo (RDC), según ha informado este domingo el gobernador provincial, Julien Paluku.

Paluku ha contado que 22 hombres y 14 mujeres murieron por un asalto nocturno a la localidad de Rwangoma, a cinco kilómetros de la ciudad comercial de Beni. Omar Kavota, director ejecutivo del Centro de Estudios para la Promoción de la Paz, la Democracia y los Derechos Humanos, ha elevado a 50 el balance de víctimas mortales.

"Beni ha sido golpeada una vez más por actos terroristas de diverso origen cuyo objetivo es sabotear los esfuerzos del proceso de paz", ha lamentado Paluku. Activistas locales aseguran que más de 500 civiles han muerto desde 2014 por la violencia en esta región congoleña, la mayoría en ataques lanzados de madrugada con machetes y hachas.

El portavoz militar Mak Hazukay ha informado, en declaraciones a la agencia de noticias Reuters, de que los responsables de este último ataque son las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), una milicia islamista asentada en Uganda que actúa en RDC.

Hazukay ha considerado que el ataque en Beni es una represalia por las operaciones de las Fuerzas Armadas contra la insurgencia islamista. "El objetivo es incitar a la población local a que se levante contra nosotros", ha advertido.

El domingo por la mañana, decenas de personas han salido a las calles de Beni para protestar por la incapacidad de las fuerzas congoleñas para contener a los grupos armados. Los manifestantes han llegado a levantar barricadas.

Esta es la peor masacre perpetrada este año en el este de RDC, una de las zonas más peligrosas del país por la presencia de múltiples grupos armados que se disputan el control del territorio, rico en yacimientos minerales.

El Gobierno de Joseph Kabila ha denunciado reiteradamente la infiltración de insurgentes de Ruanda y Uganda para desestabilizar la región, algo que ambos países niegan. Naciones Unidas, por su parte, ha atribuido algunas matanzas a los soldados congoleños.