KABUL, 3 Mar. (De la enviada especial de EUROPA PRESS, Ana Pisonero) -
Los atentados con artefactos explosivos improvisados por parte de la insurgencia se duplicaron en 2010 con respecto al año anterior, pasando de 2.070 víctimas mortales y heridos graves a 4.171, según cifras de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) en Afganistán. La insurgencia planta todos los meses entre 1.300 y 1.500 de estos artefactos por todo el país, principalmente en el sur, suroeste y este.
Los conocidos como IED, por sus siglas en inglés, y activados por la propia víctima seguirán constituyendo "en el futuro inmediato" la principal amenaza y arma empleada por la insurgencia en Afganistán, más que los atentados suicidas, ha confirmado un experto en antiexplosivos del cuartel general de ISAF en Kabul.
"En Irak el tipo predominante de Artefacto Explosivo Improvisado era el RCIB (activado a distancia por radio). Aquí en Afganistán son muchos menos. La mayor proporción son los conocidos como IED activados por la víctima que al pisar en algo activa los dos contactos", ha explicado el experto.
Un soldado italiano y cuatro más resultaron heridos por la explosión de una bomba de carretera el pasado 28 de febrero cerca de la localidad de Shindad, en la provincia de Herat, en el oeste del país, donde está desplegado parte del contingente español en el país asiático, aunque la fuente experta insiste en que en que los IED son menos predominantes en esta provincia que en el sur, sureste y este del país.
"Los IED principales en Afganistán son los activados por la víctimas o de planchas de presión (también activos por contacto). Esta tendencia se mantendrá porque la insurgencia los considera eficaces y lo son", ha reconocido la fuente consultada, preguntada sobre si cree que habrá un aumento de atentados suicidas en un futuro.
Los artefactos destinados a las tropas internacionales suelen contener unos 5 kilos de explosivos, suficientes para causar "la muerte o provocar la pérdida de miembros" y de 20 kilos o más en el caso de que estén destinados a hacer "explotar o volcar el vehículo" en el que viajan.
LAS VÍCTIMAS BAJAN
El número de víctimas o heridos graves se ha reducido sin embargo en los últimos seis meses un 37 por ciento. Unos 215 ataques con IED provocaron víctimas mortales o heridos graves el pasado mes de enero, frente a los 341 de hace seis meses, en agosto pasado, según datos de ISAF.
En los últimos dos meses del año pasado se constata también el número de víctimas también se redujo. Sólo el 17 por ciento de los ataques causaron víctimas mortales o heridos graves, mientras que el 66 por ciento fueron localizados y desactivados. "La severidad de los heridos también se ha reducido, como en el caso del número de víctimas mortales o heridos", ha explicado la fuente consultada.
Esta fuente ha atribuido esta reducción de víctimas y heridos graves a las mejoras de los blindados utilizados por las tropas y a los análisis de las técnicas empleadas por los insurgentes.
La ISAF insiste en este sentido en la necesidad de evitar acudir directamente a ayudar a compañeros objeto de ataque porque la insurgencia coloca los denominados "artefactos secundarios" próximos al primero para aumentar las víctimas entre las filas y "recurrir al refugio más cercano", donde también se suelen colocar. "Estos artefactos son indiscriminados contra tropas y civiles por igual", ha asegurado.
En la actualidad se están comenzando a reclutar a los primeros efectivos afganos para entrenarles en esta materia con el objetivo de que adquieran capacidades propias para combatir este tipo de amenaza en el centro de entrenamiento en Mazar-e-Sharif, en el norte del país.
