Aumentan los ataques de los insurgentes en Kandahar

Actualizado: miércoles, 12 mayo 2010 14:09
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MADRID, 12 May. (EUROPA PRESS)

Los asesinatos masivos, junto con la intimidación y los numerosos atentados con bomba perpetrados por los insurgentes han extendido un sentimiento de temor en la provincia afgana de Kandahar, en el sur del país, mientras las fuerzas progubernamentales y extranjeras se preparan para lanzar una ofensiva contra los talibán.

   "Una atmósfera de terror se cierne sobre Kandahar", aseguró Ahmad Wali Karzai, que dirige el consejo provincial y es el hermano pequeño del presidente, Hamid Karzai. "La gente está respirando terror", declaró a la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.

   Los insurgentes prometían en un comunicado hecho público el pasado 8 de mayo que aumentarán los asesinatos de todas las personas que trabajen con el Gobierno afgano y sus socios extranjeros. El comunicado también decía que los insurgentes emplearían un número mayor de artefactos explosivos, así como atentados suicidas y otras tácticas en las zonas urbanas.

   Estas tácticas llevaron a la muerte de casi 1.600 civiles en 2009, según cifras de la ONU. Varios funcionarios prominentes y personajes públicos a favor del Gobierno han sido asesinados en los dos últimos meses, mientras muchos otros han recibido cartas de intimidación.

   "La situación actual es como el caos de 1980", indicó un anciano local, Haji Abdul Bari, en referencia a la invasión soviética, cuando los muyahidines eran el objetivo de las personas favorables a la Administración. Los talibán aseguran que están en la misma "guerra santa" que la que se produjo durante los ochenta y que la victoria es inminente.

   Cientos de los denominados insurgentes adolescentes, que son más violentos e imprudentes que los combatientes talibán más veteranos, han sido enviados a Kandahar y a las provincias vecinas para adelantarse a las operaciones que realizarán las fuerzas de la OTAN, según responsables de seguridad.

PIDEN QUE VUELVA LA ONU

   Mientras, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha señalado que ha notado un incremento en el número de desplazados que regresa al sur de Afganistán procedente de Pakistán, pero indica que no tiene pruebas de que haya un vínculo entre este hecho y el aumento de la actividad insurgente.

   "ACNUR nunca ha encontrado ninguna prueba de que haya vínculos entre el programa de repatriación y la insurgencia. Todos los afganos registrados que vuelven con la ayuda de ACNUR son procesados para asegurarnos de que no se han beneficiado anteriormente del programa de repatriación, para comprobar que se han identificado con las autoridades y para borrarlos de la base de datos del país de asilo", explicó un portavoz, Nader Farhad.

   Por razones de seguridad, la ONU ha retirado temporalmente a la mayor parte de su personal internacional de Kandahar y ordenó a 250 de sus empleados locales que permaneciesen en casa. La decisión de la ONU ha sido criticada por los responsables provinciales como "unilateral" y "de poca ayuda".

   "Pedimos a la ONU que su personal extranjero vuelva a Kandahar y que reanude las operaciones como antes", indicó Wali Karzai, quien añadió que sin el apoyo de la ONU, el Gobierno no podría responder a las necesidades humanitarias, cada vez mayores.

   Por su parte, una portavoz de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA), Susan Manuel, explicó que algunos miembros nacionales de la ONU habían regresado a sus oficinas, y que más efectivos internacionales volverían pronto a Kandahar. "Nunca nos retiramos de Kandahar", aseveró, y añadió que no todo el personal internacional de la ONU había sido evacuado de la provincia.