Actualizado: sábado, 26 septiembre 2015 10:38

GINEBRA, 26 Sep. (Reuters/EP) -

El Gobierno de Australia ha considerado "desafortunada" la decisión del relator de Naciones Unidas para los Derechos Humanos de los Migrantes, Francois Crépeau, de cancelar su próxima visita por falta de cooperación por parte de la nación oceánica y se ha mostrado dispuesto a recibir al enviado especial de la ONU.

"Ha sido una decisión desafortunada y decepcionante", ha dicho el Ministerio de Inmigración australiano en un comunicado, asegurando que el Gobierno "ha hecho todo lo posible por asumir las peticiones del enviado especial".

"Australia sigue dispuesto a preparar una futura visita del relator de la ONU", ha afirmado el Ejecutivo del recién elegido primer ministro, Malcolm Turnbull, según ha informado el diario local 'Sydney Morning Herald'.

Crépeau ha anunciado este sábado su decisión de posponer su visita entre el 27 de septiembre y el 9 de octubre por la "falta de cooperación" del Gobierno a la hora de prestar las garantías necesarias para llevar a cabo la investigación.

El experto de la ONU ha explicado que Australia se ha negado a comprometerse a que las personas que colaboren en estas pesquisas no sufrirán "represalias" bajo la nueva ley migratoria, que sanciona a las personas de centros de detención que revelen información protegida.

Durante su estancia en la ex colonia británica, Crépeau tenía previsto recoger testimonios sobre la situación de los migrantes y los solicitantes de asilo en Australia y en los estados vecinos de Nauru y Papua Nueva Guinea.

"También pidió con insistencia a las autoridades australianas que le facilitaran el acceso a centros de registro de migrantes fuera de la costa, dada la inquietud por la protección de los Derechos Humanos, pero que no ha obtenido respuesta favorable", ha dicho la ONU.

DEVOLUCIONES EN CALIENTE

Las autoridades australianas admitieron en agosto que desde 2013 han rechazado y devuelto a los países de origen a más de 600 solicitantes de asilo cuando trataban de alcanzar las costas del país en precarias embarcaciones.

El balance fue confirmado por el ministro de Inmigración australiano, Peter Dutton, quien insistió en que el país tiene "una política muy clara". "La gente que trate entrar de forma ilegal no podrá hacerlo", señaló.

Dutton hizo un balance de los resultados de la nueva ley, según el cual desde su entrada en vigor --hace 18 meses-- se han interceptado 20 embarcaciones y devuelto a 633 inmigrantes. "Si esos 20 barcos hubieran llegado, les habrían seguido otros 20, otros 200 u otros 2.000", dijo.

En torno a 50.000 refugiados llegaron a la isla durante el anterior Gobierno laborista entre 2007 y 2013, unas cifras que han descendido drásticamente con el Ejecutivo conservador.

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