SIDNEY, 23 Sep. (Reuters/EP) -
El nuevo primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, se ha declarado este miércoles "preocupado" por los controvertidos centros de detención para inmigrantes que tiene su país en el extranjero, aunque no ha llegado a comprometerse a reconsiderar esta medida.
Turnbull, un antiguo y acaudalado banquero considerado políticamente progresista, derrocó al conservador Tony Abbott como líder del Partido Liberal la semana pasada tras meses de caída en los sondeos y una serie de errores políticos.
Los solicitantes de asilo han sido desde hace tiempo un motivo de disputa política en Australia, si bien el país nunca ha recibido una cifra similar a la que está registrando actualmente Europa.
Australia ha prometido impedir a los solicitantes de asilo que lleguen a sus costas, devolviendo las embarcaciones a Indonesia cuando puede y enviando a los que no puede a centros de detención en la isla de Manus, en Papúa Nueva Guinea, y en Nauru, en el Pacífico Sur.
Naciones Unidas y los grupos de defensa de los Derechos Humanos han criticado a Australia por las duras condiciones en estos centros y su dura política de asilo, que Abbott defendió como necesaria para acabar con las muertes en el mar y que a menudo ha sido descrita como uno de los mayores logros de su gobierno.
Turnbull, que ha criticado a Abbott por tomar grandes decisiones políticas sin consultar a sus ministros, ha reconocido la preocupación pública por las políticas de detención pero ha indicado que cualquier cambio tiene que decidirse en el gabinete.
"Tengo las mismas preocupaciones sobre la situación de las personas en Manus y Nauru que vosotros, que todos los australianos", ha declarado Turnbull a Sky News Australia en su primera entrevista desde que llegó al cargo.
"Este es un área que claramente es controvertida, que supone un reto. Es ciertamente un área a la que se le presta mucha atención (...) pero vamos a hacer cambios de política sobre la marcha", ha añadido.
Unos 50.000 refugiados llegaron en 800 embarcaciones durante los gobiernos laboristas entre 2007 y 2013, según reveló este año el ministro de Inmigración, Peter Dutton, resaltando el fuerte declive tras la instauración de las nuevas políticas.
