DIYARBAKIR (TURQUÍA), 14 Jul. (Reuters/EP) -
Las autoridades turcas han impuesto un toque de queda de 24 horas en 16 localidades en el sureste del país, con mayoría de población kurda, en el marco de las operaciones contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), y han cesado a dos vicealcaldes por su supuesto apoyo a estos milicianos.
Las autoridades de la provincia de Diyarbakir han impuesto el toque de queda mientras las fuerzas de seguridad continúan buscandoi a milicianos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en las colinas y bosques próximos a la localidad de Silvan.
Las fuerzas de seguridad han estado combatiendo contra el PKK desde que se rompió el alto el fuego en 2015, poniendo fin a dos años de proceso de paz que tenía como objetivo poner fin a un conflicto que se prolonga desde hace tres décadas.
El Gobierno sostiene que han muerto miles de milicianos y unos 500 militares desde que acabó el alto el fuego. Los grupos defensores de los Derechos Humanos han denunciado que también han muerto unos 400 civiles por los enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y milicianos del PKK.
En su comunicado, el gobernador de la región ha advertido de que las personas no tendrá permitido salir ni entrar en la zona próxima a Silvan durante el toque de queda. "Es importante que los ciudadanos cumplan la prohibición por la seguridad de sus propiedades y por sus vidas", ha señalado.
Human Rights Watch (HRW) acusó esta semana al Gobierno de impedir el desarrollo de investigaciones independientes sobre supuestos abusos en materia de Derechos Humanos durante los toques de queda, con prácticas que incluyen el asesinato de civiles y la destrucción de propiedades privadas.
Por otro lado, el Ministerio del Interior ha ordenado que sean retirados de sus cargos los vicealcaldes de la localidad de Mazidagi, en la provincia de Mardin, según ha informado fuentes de los servicios de seguridad.
Un fiscal está investigando a los dos altos cargos después de que un coche del consistorio fuera utilizado para montar un vehículo bomba empleado en un ataque contra un puesto de gendarmes que acabó con la vida de dos militares el 9 de julio.
En 2015, las autoridades encarcelaron a 22 alcaldes y cesaron a otros 31 por su supuesto apoyo al PKK en el sureste de Turquía. Todos eran miembros del Partido Democrático de las Regiones (DBP), que siempre ha negado que colabore con el PKK.
Por otra parte, el gobernador de distrito en la localidad de Nusaybin ha dicho que el toque de queda, que se prolonga desde hace cuatro meses, terminará el 19 de julio. Los enfrentamientos en esta zona terminaron el 3 de junio pero las autoridades han prohibido a los residentes volver a sus casas mientras continúan con la búsqueda de armas.
En un comunicado, el gobernador ha asegurado que un total de 495 milicianos del PKK han muerto en los enfrentamientos y operaciones registrados desde que empezó el alto el fuego. Previamente, las autoridades habían informado de 70 policías y militares muertos en Nusaybin, cerca de la frontera con Siria.
