BERLÍN, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha reconocido este lunes el "riesgo de polarización en Europa" tras evocar la situación en Ucrania a la luz del agravamiento de la crisis tras el refuerzo militar de Rusia en su exrepública soviética pero ha defendido apoyar la "perspectiva europea" de este país, que aspira a ser parte de la "familia europea de naciones".
"Quieren ser parte no sólo hoy sino en el futuro. Lo mínimo que podemos hacer es apoyar su soberanía y también continuar ofreciéndoles la perspectiva de integración económica y asociación política con la UE para mostrarles que hay una perspectiva europea en su futuro", ha defendido en un discurso en el marco de la Conferencia 'Un alma para Europa: Activar el Potencial Cultural de Europa" en Berlín.
"Tenemos que reconocer que la integración europea se está enfrentando a la mayor prueba de estrés desde que comenzamos este proceso después de la Segunda Guerra Mundial", ha recalcado el portugués tras evocar las distintas etapas de la construcción del proyecto europeo y el proceso de ampliación a nuevos miembros.
"Hay un riesgo hoy de polarización en Europa, un riesgo real de rechazo a las diferencias, mientras que Europa precisamente se ha construido a partir de la riqueza de nuestra diversidad", ha avisado, recalcando que la fortaleza, prosperidad y seguridad en Europa "vienen precisamente de la apertura a los otros y el respeto a los otros".
Barroso ha recordado las manifestaciones en Ucrania de los últimos meses a favor del acercamiento a Europa y ha defendido que la población del país ha demostrado que "pertenecen en términos emocionales, culturales y políticos" a Europa.
El jefe del Ejecutivo comunitario ha recordado la ola contra el totalitarismo y las dictaduras en los distintos países en Europa y ha defendido que los países que entraron en la UE en 2004, la mayoría del Este de Europa, consideraban que "sólo a través de la adhesión a la UE" podrían materializar "su propio destino".
Pero también ha recordado el caso de los países del sur en los años 70 y 80, cuyas "aspiraciones" de entrar en la UE iban más allá de los intereses económicos. "En los años 70 y 80 los países del sur de Europa querían volver a Europa no tanto por el paquete de cohesión, que por cierto no existía entonces, sino porque querían sentirse países al mismo nivel y con la misma dignidad que otros", ha defendido.
