BUCAREST, 7 Dic. (Reuters/EP) -
El presidente en funciones de Rumanía, Traian Basescu, ha ganado la segunda vuelta de las elecciones presidenciales con el 50,3 por ciento de los votos, según los datos de la Comisión Electoral Central, pero el Partido Socialdemócrata de Rumanía --del rival de Basescu, Mircea Geoana-- sostiene que tiene "pruebas de fraude" y que impugnará los resultados. Mientras, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ha instado a las autoridades rumanas a investigar las denuncias por irregularidades.
Geoana ha obtenido el 49,7 por ciento de los votos, y los datos confirman un vuelco en las previsiones, ya que la mayoría de los sondeos a pie de urna daban como ganador a este candidato por un estrecho margen, y sólo uno otorgaba la victoria a Basescu. A lo largo de la tarde de ayer domingo, día de las elecciones, ambos aspirantes a la Presidencia se proclamaron vencedores de los comicios.
"He ganado como en 2004. Millones de rumanos han demostrado que optan por la modernización de Rumanía", afirmó Basescu. A la proclamación de victoria de Basescu le siguió la de Geoana, que dijo a sus seguidores que la de ayer fue "una bella noche para la democracia rumana". "Juntos, hemos ganado", añadió. Aunque Geoana no haya aceptado la derrota, el que era su candidato a primer ministro, Klaus Johannis, sí lo hizo al declarar en una rueda de prensa: "Mi camino acaba aquí".
Sin embargo, el vicepresidente del Partido Socialdemócrata, Liviu Dragnea, afirmó que esta formación política tiene "pruebas de fraude". "Los sondeos a pie de urna" --que indicaban que el ganador de los comicios era Geoana--, "el alto número de votos anulados, el turismo electoral masivo y otras cosas nos fuerzan, obviamente, a impugnar los resultados", explicó en una rueda de prensa. La Policía ha informado de 194 irregularidades.
Basescu, que en las dos últimas encuestas sobre intención de voto se situaba ocho puntos porcentuales por debajo de Geoana, debe su victoria al apoyo de los rumanos que viven en el extranjero, ya que tres cuartas partes de las 148.000 papeletas que han depositado eran a su favor. Esta parte del electorado también le respaldó firmemente en la primera ronda de los comicios, celebrada el pasado 22 de noviembre.
INVESTIGAR LAS IRREGULARIDADES
Los observadores de la OSCE aseguraron que la votación de ayer se ajustó a las "obligaciones" que establece este organismo, pero instaron a las autoridades a investigar las denuncias por irregularidades.
"El desarrollo de la segunda vuelta confirmó nuestra primera evaluación, según la cual las elecciones se celebraron, en general, en línea con las obligaciones de la OSCE", declaró el presidente de la organización, Vadim Zhdanovic. "No obstante, las informaciones sobre irregularidades deben investigarse sin demora", añadió.
Corresponde ahora a las autoridades y a los partidos políticos corregir las deficiencias de cara a las próximas elecciones, prosiguió. La misión de la OSCE, limitada en número, supervisó todo el proceso electoral en su conjunto, pero no llevó a cabo una observación sistemática del día a día de la campaña, admitió la organización.
Las autoridades electorales señalaron que no han recibido ninguna queja formal sobre los comicios, cuyos resultados se espera que sean validados esta semana por el Tribunal Constitucional.
FORMAR GOBIERNO
Estas elecciones presidenciales han sido unas de las más importantes para Rumanía desde que el dictador estalinista Nicolae Ceausescu fue derrocado hace 20 años y las primeras desde que en 2007 entró en la Unión Europea. Su resultado, según los analistas, refleja el polarizado debate sobre las reformas para mejorar la economía y eliminar la corrupción en un país clasificado como el segundo más pobre y el más corrupto de la Unión Europea.
Los analistas creen que a Basescu probablemente le resultará complicado --y le llevará tiempo-- formar gobierno con otros grandes partidos a los que se ha enfrentado en numerosas ocasiones durante su anterior mandato en relación con las medidas anticorrupción.
"No es sorprendente, dado lo ajustado que es el resultado, pero prolongará la inestabilidad", pronosticó Joanna Gorska, subdirectora de la Oficina de Eurasia para Análisis Exclusivos. "Hará que sea más difícil llevar adelante las reformas necesarias y es otro obstáculo con el que se tropieza en el intento de encauzar de nuevo el acuerdo del FMI" (Fondo Monetario Internacional), añadió.
RESCATE DEL FMI
El ganador de los comicios debe nombrar un nuevo gobierno que pueda reiniciar las conversaciones sobre el rescate del FMI, que se encuentran estancadas. El mes pasado, este organismo suspendió una revisión del acuerdo después de que los partidos opositores provocaran la caída de un gobierno aliado de Basescu que ha permanecido en el poder como ejecutivo interino.
El FMI ha dicho que retendrá la ayuda de 1.500 millones de euros que iba a conceder a Rumanía este mes hasta que se forme un nuevo gobierno y se apruebe un presupuesto que reduzca los costes. Esto ha generado preocupación en un país cuya economía previsiblemente se va a contraer este año un 8 por ciento.
Basescu ha apoyado las recomendaciones del FMI de congelar los sueldos de los funcionarios, reducir algunas pensiones y eliminar hasta 150.000 puestos de trabajo en el cada vez mayor sector público rumano, del que los analistas afirman que pone en peligro las perspectivas de crecimiento de la economía nacional a largo plazo.
