MADRID, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Sudán, Omar Hasán al Bashir, ha anunciado este jueves que abandonará el cargo en 2020, cuando finalice su mandato, y que no se volverá a presentar a las elecciones.
"En 2020 habrá un nuevo presidente y yo seré expresidente", ha dicho, en una entrevista concedida a la cadena de televisión británica BBC. Al Bashir ya ha hecho afirmaciones similares en el pasado, para luego echarse atrás.
Por otra parte, ha rechazado las críticas sobre presuntos abusos cometidos por las fuerzas de seguridad en la lucha contra los grupos rebeldes en la región de Darfur, combates que han provocado más de 100.000 desplazados en lo que va de año.
"Todas estas acusaciones son infundadas, ninguno de esos informes es cierto", ha dicho, desafiando a los investigadores a "visitar las zonas recapturadas por las Fuerzas Armadas y buscar si alguna de ellas ha sido incendiada".
En este sentido, ha recalcado que, "de hecho, ni siquiera ha habido bombardeos aéreos", agregando que el hecho de que haya gente que huya hacia las zonas controladas por el Gobierno "es una prueba de que (las autoridades) no atacan a los ciudadanos".
Al Bashir ha manifestado además que las estimaciones de la ONU sobre el desplazamiento forzoso de 100.000 personas este año "están muy infladas", indicando que "sólo una parte muy pequeña (de la población) se ha visto desplazada, y han llegado a nuestras posiciones o a las de los 'cascos azules'".
El mandatario ha defendido además que las tropas de pacificación "no tiene un papel vital que jugar" en Darfur, "ni siquiera en defenderse a sí mismos y a sus unidades". "Una vez que la paz ha regresado a Darfur, no tienen papel que asumir, por eso queremos que se vayan", ha zanjado.
NUEVAS CRÍTICAS AL TPI
Por último, ha criticado contra el Tribunal Penal Internacional (TPI), al que ha tildado de "politizado", defendiendo su decisión de desafiar al organismo, que le acusa de crímenes de guerra y contra la Humanidad.
Al Bashir ha recordado que cuenta con una gran popularidad en el país, argumentando que se le acusa de cometer genocidio "contra las mismas masas que le aplauden". "Por eso he desafiado al tribunal y he viajado libremente por el mundo", ha remachado.
El presidente sudanés, que ocupa el cargo desde que encabezara un golpe de Estado en 1989, rechaza la autoridad del TPI. En junio de 2015, se vio obligado a salir de Sudáfrica después de que un tribunal ordenara que permaneciera en el país hasta que se decidiera si debía ser arrestado.
El conflicto de Darfur comenzó en 2003 cuando tribus no árabes se levantaron en armas contra el Gobierno de Sudán, acusándolo de discriminación. La ONu calcula que 300.000 personas han muerto y varios millones se han visto desplazadas a causa de los combates.
