BANGKOK, 29 Sep. (EP/AP) -
El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PAM) ha denunciado que la Junta Militar birmana está limitando el acceso de la población a los alimentos, dificultando la labor de la organización para hacer llegar comida a cerca de medio millón de personas, por lo que ha pedido a las autoridades el libre acceso a los bienes de primera necesidad en todo el país.
"Pedimos a las autoridades el acceso a todas partes del país, porque nuestras operaciones dependen de que el Gobierno facilite la circulación de comida y personal", solicitó ayer viernes la directora ejecutiva del programa, Josette Sheeran, añadiendo que hay un gran número de personas hambrientas, principalmente niños, y enfermos de VIH y de tuberculosis que necesitan ayuda desesperadamente.
A pesar de que los disturbios entre Ejército y manifestantes se han centrado en la capital, Rangún, y en Mandalay, el impacto "se percibe en todas partes, entre las que se incluyen zonas donde el PAM está colaborando con comunidades vulnerables que necesitan ayuda alimentaria", según un comunicado de la organización.
El PAM ha denunciado que las autoridades de Mandalay han prohibido el movimiento de alimentos en la zona, lo que afecta a las operaciones del PAM en el norte del país, y en aquellas zonas del centro de Birmania donde la llegada de ayuda depende de los envíos de comida procedentes de Mandalay, la segunda ciudad más importante del país.
