Birmania.- Varios testigos denuncian ante Amnistía detenciones arbitrarias y extorsiones por parte de la Policía

MADRID 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

Las fuerzas de seguridad birmanas están llevando a cabo operaciones nocturnas y detenciones arbitrarias e incluso están extorsionando a las familias de los detenidos, a las que exigen dinero a cambio de la liberación de éstos, según declararon a Amnistía Internacional algunos activistas arrestados tras las recientes concentraciones antigubernamentales de Rangún.

La organización ha conseguido contactar con tres destacados activistas destacados --Mie Mie, Htay Kywe y Nay Tin Myint-- que participaron en las primeras manifestaciones, en agosto, y que se vieron obligados a ocultarse para eludir la "caza al hombre" iniciada por la Policía, según Amnistía. Las autoridades les acusan de ser los incitadores de las manifestaciones, sobre todo a Htay Kywe.

Estos testimonios directos fueron publicados hoy por AI tras la detención, este pasado fin de semana, de seis personas, entre ellas los propios Htay Kywe y Mie Mie, además de Aung Thu, los tres pertenecientes al movimiento Estudiantes de la Generación 88.

"Hemos visto cómo la Policía pedía dinero a las familias de detenidos a cambio de la liberación de éstos", declaró Mie Mie poco antes de su detención. "Los jóvenes que acuden a la oficina o a la escuela no sólo son interceptados y sometidos a controles, sino que también les roban", añadió.

Grupos de birmanos refugiados en la frontera entre Tailandia y Birmania han relatado las agresiones infligidas por la Policía antidisturbios a manifestantes o simples viandantes, incluidos monjes y mujeres, durante las manifestaciones de finales de septiembre.

"Algunos heridos tenían tanta sangre en el cuerpo que era imposible decir de dónde les emanaba", explicó un monje que fue testigo de los enfrentamientos entre manifestantes y policías el pasado 26 de septiembre en la pagoda Shwe Dagon.

"Algunos monjes habían perdido la parte superior de su ropa, he visto a civiles intentando ayudar a un monje herido", prosiguió. "La mayoría de sus heridas estaban en la cabeza, que es donde atacaban los policías antidisturbios", añadió.

Poco antes de ser detenido, Htay Kywe declaró desde el lugar en que se escondía que "la comunidad internacional debe demostrar firmeza para impedir nuevas violaciones".