LONDRES, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
El ex primer ministro británico Tony Blair ha defendido este jueves la intervención contra el régimen de Sadam Husein en Irak, afirmando que, de no haberlo derrocado, "estaríamos en una posición peor", que ha comparado con Siria.
"Puedo arrepentirme de los errores, puedo arrepentirme de muchas cosas, pero creo sinceramente no solo que actuamos por buenos motivos, de buena fe, sino que estaríamos en una posición peor si no hubiéramos actuado de esa forma", ha dicho en una entrevista concedida a BBC.
Aunque ha asumido que "podría estar completamente equivocado en esto", el que fuera líder laborista ha indicado que Sadam Husein "habría vuelto a sus programas" de armas de destrucción masiva si no le hubieran frenado.
Blair incluso ha señalado que, si Sadam Husein hubiera estado en el poder durante el estallido de la Primavera Árabe, "habría intentado mantenerse" en él a toda cosa, tal y como ha hecho el presidente sirio, Bashar al Assad, ha apuntado.
En lugar de ello, el ex 'premier' ha destacado que, ahora, a pesar de las múltiples dificultades que atraviesa Irak en la actualidad --incluida la presencia de Estado Islámico en la mitad norte del país-- tiene "un Gobierno legítimo como resultado de una elección".
APOYO A EEUU
En extractos anteriores de esta misma entrevista, Blair ha explicado que decidió apoyar al entonces presidente estadounidense, George W. Bush, para que no "se sintiese solo", aunque ha matizado que no se trataba de un respaldo "irrevocable".
Blair ha apelado al contexto internacional de entonces, marcado por las secuelas de los atentados del 11-S, y ha argumentado que "más de 40 países" se sumaron a la ofensiva liderada por Bush en Irak. Ha recordado que "más de la mitad de la Unión Europea estaba en ella".
Sobre las razones que llevaron a la intervención, ha admitido que debería haber puesto en cuestión "más claramente" las informaciones de los servicios de Inteligencia. Sin embargo, ha confesado que se "creyó" lo que leía, entre otras razones, por el historial de Sadam Husein.
Las declaraciones de Blair obedecen al un informe oficial sobre la participación de Reino Unido en la guerra iraquí que ha cuestionado la celeridad con la que el entonces primer ministro dio el paso, así como la debilidad de los datos en los que se basó, en particular la supuesta presencia de armas de destrucción masiva.
En una comparecencia ante los medios de comunicación el miércoles, cuando se hizo público el ya conocido como informe Chilcot, Blair pidió perdón y aseguró que actuó "de buena fe" y creyó hacer lo "correcto". "La gente no ha creído mis disculpas", ha lamentado este jueves en BBC.