MADRID 21 May. (EUROPA PRESS) -
El exministro libanés Sali Jreissati ha advertido este martes de que los parlamentarios del Bloque Cambio y Reforma no participarán en la sesión del jueves, destinada a intentar elegir al nuevo presidente, en caso de que las circunstancias que rodean las conversaciones no cambien.
"Si las actuales circunstancias persisten, no acudiremos a la sesión parlamentaria del jueves. Si las cosas cambian y giran hacia el consenso, que es lo que buscamos a través del diálogo y la comunicación, estaremos en el Parlamento", ha matizado, según ha informado el diario libanés 'An Nahar'.
A principios de mayo, el bloque aseguró que "no votará a favor de un presidente de compromiso", argumentando que dicha opción "significa dejar de lado algunos de los principios fundamentales del Estado".
En este sentido, Jreissati ha afirmado que, pese a que el bloque se opone a obstruir los trabajos de las instituciones estatales, los parlamentarios rechazan también unas elecciones que, a su juicio, "dañan el Pacto Nacional y la fórmula política libanesa".
La semana pasada, los parlamentarios libaneses fracasaron en su cuarto intento de designar al nuevo presidente del país y lo intentarán de nuevoeste jueves, solo tres días antes de que expire el mandato de Michel Suleiman.
Si la siguiente votación el 22 de mayo fracasa, generará un vacío de poder en un país que necesita desesperadamente liderazgo para afrontar la creciente violencia que ha provocado la guerra en el país vecino, la presencia de más de un millón de refugiados sirios y un déficit presupuestario próximo al 10 por ciento del tamaño de la economía.
Los políticos admiten que las desavenencias en torno al sucesor de Suleiman podrían prolongarse durante meses. Cualquier candidato necesita el apoyo de los dos principales bloques --el Movimiento 8 de Marzo, en el que se encuentra el partido-milicia chií Hezbolá, y el Movimiento 14 de Marzo, cuya figura más notoria es el exprimer ministro Saad Hariri-- para obtener la mayoría necesaria en la cámara de 128 diputados.
Según el sistema de reparto de poderes en el país, la Presidencia está en manos de la comunidad cristiana maronita, la presidencia del parlamento pertenece a la comunidad musulmana chií y el primer ministro ha de ser siempre un musulmán suní.
El proceso para elegir a un nuevo mandatario llega un mes después de que el primer ministro libanés, Tamam Salam, que llegó al cargo en marzo de 2013, lograra el respaldo a su gobierno poniendo fin así a un vació de un año sin ejecutivo.