COCHABAMBA (BOLIVIA), 13 Ene. (EP/AP) -
El cardenal Julio Terrazas aceptó mediar en la crisis política que mantienen los partidarios del gobernador de Cochambamba y simpatizantes del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido del presidente de Bolivia, Evo Morales. El pasado jueves dos personas murieron durante los disturbios callejeros, que también dejaron un centenar de heridos.
Cuatro de las gobernaciones de Bolivia están controladas por la oposición a Morales pidieron hoy a Terrazas "que sea testigo de un diálogo lo más antes posible" con el mandatario, según el gobernador de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, cuya dimisión exigen los seguidores de Morales. Reyes Villa aseguró en una rueda de prensa que Terrazas aceptó la mediación.
Los disturbios que comenzaron el lunes degeneraron en una batalla campal entre campesinos oficialistas y jóvenes de clase media de Cochabamba.
Aunque hoy se registraron nuevos enfrentamientos que dejaron cuatro heridos, el clima parecía distenderse con el anuncio de los campesinos de levantar los cortes de carreteras que durante cuatro bloquearon esta región del centro del país. Los cortes dejaron bloqueados a miles de viajeros e interrumpieron las exportaciones y el comercio interno.
"A partir de este momento prácticamente las carreteras están abiertas", declaró hoy el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana. La decisión fue adoptada poco después de que Morales mostrara su disposición a mediar en el conflicto y lamentara los enfrentamientos.
Sin embargo, miles de campesinos y cocaleros leales al MAS acordaron realizar en una multitudinaria concentración que no abandonarán la plaza de armas de Cochabamba donde está la sede del gobierno regional hasta que Reyes Villa renuncie al cargo.
Morales, quien regresó en la madrugada de hoy de su viaje a Nicaragua, acusó de la violencia "contra los pobres" a sectores vinculados al gobernador y pidió a las "organizaciones sociales" del MAS no buscar "la venganza" y ayudar a pacificar Cochabamba.
Las protestas contra Reyes se iniciaron después de que éste planteara la convocatoria a un referéndum departamental para que los cochabambinos decidieran si quieren darse un gobierno autonómico.
El Gobierno central calificó estas declaraciones de provocación a los sindicatos oficialistas en Cochabamba, pues el "no" ganó en un primer referéndum celebrado el pasado mes de julio. Morales participó activamente en la campaña anti autonomista, pero esta opción venció en regiones del oriente y sur, ahora convertidas en bastión de la oposición.
Los cortes de rutas en esta vital región que une el oriente y el occidente de Bolivia provocaron más de 12 millones de dólares en pérdidas, según estimaron los empresarios, y afectaron al abastecimiento de productos en las principales ciudades.
En tanto, el líder opositor y ex presidente Jorge Quiroga culpó al Gobierno de los enfrentamientos y propuso convocar a la Organización de Estados Americanos para que envíe representantes a Bolivia porque, según él, "acá corre peligro la democracia".
