RIO DE JANEIRO, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Brasil, Luis Ignacio Lula da Silva, anunció el lunes que el Gobierno federal destinará 183 millones de dólares (141,5 millones de euros) a un programa para combatir la violencia en esta ciudad durante los Juegos Panamericanos previstos para julio.
El mandatario anunció hoy esta inversión después del violento fin de semana en Río de Janeiro donde se registraron numerosos enfrentamientos con tiroteos entre la policía, narcotraficantes y milicias paramilitares en los que fallecieron tres presuntos pandilleros y dos policías y por lo menos 10 personas resultaron heridas.
La campaña implantará además una fuerza de seguridad permanente en la citada ciudad brasileña, que según Lula da Silva será un modelo para una ofensiva nacional, tras las oleadas de violencia en Río y Sao Paulo que han provocado el pánico en los brasileños.
"Cuando necesitemos seguridad especializada, tendremos ya un modelo, un proyecto, algo que está funcionando bien", dijo Silva en su programa de radio "Café con el Presidente".
El mandatario no hizo alusión a las muertes de este fin de semana, aunque el pasado 1 de enero en su discurso inaugural de su segundo mandato presidencial, el presidente comparó los actos de "terrorismo" con la violencia que asola las dos ciudades principales de Brasil. En ese acto, Lula prometió una ofensiva federal.
Cerca de 500 policías federales, de las fuerzas de elite, fueron enviados a Río el mes pasado, e incluso 5.000 realizarán patrullajes a mediados de julio, cuando comiencen los juegos Panamericanos.
La violencia del fin de semana estalló el sábado cuando pandillas y milicias se enfrentaron cerca de la villa miseria de Morro do Barbante, dejando muertos a tres presuntos narcotraficantes, según una portavoz policial.
El policía, Carlos Henrique Lessa, que no estaba de servicio, perdió la vida en la misma favela cuando pistoleros interceptaron el vehículo en que viajaban él y un colega y abrieron fuego. Flavio Augusto da Silveira, el otro policía en el auto, fue hospitalizado con una bala alojada en un brazo. Aún se desconoce si los pandilleros sabían que Lessa y Silveira eran policías.
El domingo, otro policía murió y otras nueve personas --incluida una niña de 11 años-- resultaron heridas en un enfrentamiento entre la policía y dos pandillas rivales en la favela de Cordovil, dijo la portavoz policial.
La mayor parte de las más de 600 favelas en Río está controlada por pandillas de narcotraficantes trabadas en una guerra por el lucrativo mercado de la droga.
En los últimos meses, milicias formadas por policías retirados y en activo, y por soldados, tratan de recuperar el control, eliminando a narcotraficantes, aunque cobran a los residentes por su protección.
