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MADRID, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, ha defendido este miércoles que las elecciones celebradas el sábado, en las que ha logrado la reelección, fueron "libres y justas", después de las críticas vertidas por su principal rival, el exvicepresidente Atiku Abubakar.
"Por los comentarios de los observadores, tanto nacionales como internacional, es obvio que las elecciones fueron libres y justas", ha dicho, antes de resaltar que "ahora que las elecciones han terminado y se ha declarado un vencedor, hay que verlo como una victoria para Nigeria".
"Por eso he pedido a mis seguidores en mi discurso de hoy que no se regodeen. Nuestra victoria, concedida por Dios, es causa de alegría suficiente, sin necesidad de ridiculizar a los que están en la oposición", ha agregado.
Así, ha felicitado a todos los candidatos que se presentaron a la Presidencia y ha reiterado que su Ejecutivo "seguirá siendo inclusivo y las puertas seguirán abiertas", según ha recogido el portal local de noticias Pulse.
"Esa es la vía para construir el país de nuestros sueños: seguro, próspero y libre de la impunidad y la acumulación de los que tienen la confianza del público", ha destacado.
Buhari ha aplaudido además que los comicios fueran celebrados "de manera pacífica en general", si bien ha expresado sus condolencias a los familiares de los muertos a causa de la "violencia sin sentido".
"Las elecciones no son la guerra. Espero que todos aceptemos esta postura democrática respecto a las elecciones, a pesar de que hayan estado disputadas", ha zanjado el presidente del país africano.
Las palabras de Buhari han llegado horas después de que Abubakar anunciara que impugnará los resultados ante la evidencia de irregularidades "manifiestas y premeditadas" en algunos estados del país africano.
LA VICTORIA DE BUHARI
La Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI) ha confirmado a Buhari como vencedor al otorgarle el 56 por ciento de los votos. Abubakar, del Partido Democrático del Pueblo (PDP), obtuvo un 41 por ciento de los sufragios, según estos resultados. El mandatario ha obtenido casi cuatro millones más de votos que su principal rival.
Buhari se ha apresurado a celebrar la victoria, lanzando incluso ya las primeras promesas para su nuevo mandato, pero Abubakar ha publicado una serie de mensajes en Twitter para "rechazar" los resultados y anunciar un recurso ante los tribunales.
"Si hubiese perdido en unas elecciones libres y justas, habría llamado al vencedor segundos después de enterarme de su victoria para ofrecerle no solo mis felicitaciones, sino también mis servicios para ayudar a unir a Nigeria tendiendo puentes entre el norte y el sur", ha explicado.
Sin embargo, "en mis luchas democráticas durante las últimas tres décadas, nunca había visto a nuestra democracia tan corrompida como el sábado", ha añadido el exvicepresidente, que ha garantizado a sus seguidores y a "todo el pueblo nigeriano" que no permitirá "que la democracia se vea debilitada".
DATOS SOSPECHOSOS
Abubakar ha denunciado "malas prácticas manifiestas y premeditadas en muchos estados" que invalidan los datos hechos públicos por la Comisión Electoral, como por ejemplo la "imposibilidad estadística" de que en algunos escenarios de "guerra contra el terrorismo" hubiese "datos de participación mucho mayores que en estados pacíficos".
"La supresión de votos en mis bastiones es tan evidente y chapucera que, como nigeriano, me avergüenza que haya podido ocurrir. ¿Cómo puede ser que los votos totales en Akwa-Ibom, por ejemplo, sean un 50 por ciento menos que en 2015?", ha preguntado el principal rival de Buhari.
Abubakar también ha condenado las interrupciones de la votación en bastiones opositores y la "poca o nula" respuesta de las autoridades, así como la "militarización del proceso electoral", con "militares apuntando sus armas contra ciudadanos a los que debían proteger".
El partido de Abubakar reclamó durante la jornada del martes a la comisión electoral que detuviera el anuncio de los resultados de las elecciones parlamentarias y cancelara los resultados en cuatro estados del país en los que se ha impuesto Buhari.
Las elecciones se celebraron el sábado, una semana después de lo previsto a consecuencia de un aplazamiento de última hora anunciado el 16 de febrero, horas antes de la apertura de los colegios electorales.
La decisión del organismo fue criticada por la clase política, incluido Buhari, quien llegó a pedir que se investigue la "incompetencia" de la comisión. La decisión supuso además un coste de 1.500 millones de dólares para las arcas públicas, según la Cámara de Comercio e Industria de Lagos.