MADRID, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
Una tercera parte de los presos que permanecen en campos de detención política de Corea del Norte purgan una condena derivada del castigo colectivo, en algunos casos simplemente por ser familia de una persona acusada de algún delito grave, según una ONG que analiza los Derechos Humanos en el impenetrable régimen comunista.
El Centro de Datos para los Derechos Humanos en Corea del Norte analiza, a partir de entrevistas con desertores y otras investigaciones, cuál es la situación en el país que gobierna Kim Jong Un, del que no existen datos oficiales, según la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
El régimen basa parte de su sistema penal en castigos por asociación, lo que implica condenar también a personas allegadas al delincuente o incluso a familias enteras. Según la ONG, actualmente hay más de 1.200 personas en campos de detención política y, de ellas, 365 son víctimas del denominado castigo colectivo, un 29 por ciento del total.
El siguiente colectivo más numeroso es el de los desertores, con 132 presos, mientras que los supuestos delitos de subversión han llevado a estos campos a 102 personas. El Centro de Datos ha informado, además, de 72 personas acusadas por cruzar ilegalmente la frontera.