La Cámara de Representantes EEUU estudia una fórmula para presionar a Irán mediante la ayuda extranjera

Actualizado: miércoles, 24 junio 2009 12:10

NUEVA YORK, 24 Jun. (Reuters/EP) -

El Comité de Asignaciones de la Cámara de Estados Unidos aprobó ayer un plan de gasto de 48.800 millones de dólares (unos 34.000 millones de euros) destinado a política exterior y de ayuda humanitaria y en el que se incluye una fórmula para que el Banco de Exportación e Importación no colabore con empresas que suministren gasolina o ayuden a la producción doméstica de Irán, en respuesta a la represión de las protestas postelectorales.

La legislación incluye 2.700 millones de dólares en ayuda para Afganistán, 1.500 millones para Pakistán, ó 2.200 millones de dólares para Israel, un aliado estratégico de Estados Unidos. En cambio, deja de lado a las compañías cercanas a Irán, que podrían dejar de recibir del Banco de Exportación e Importación préstamos, créditos u otras garantías.

"Mientras los estudiantes son asesinados en las calles de Teherán, no deberíamos usar el dinero de los contribuyentes para reforzar la economía iraní", afirmó el congresista republicano Mark Kirk. El legislador señaló que el país árabe importa en torno al 40 por ciento de su combustible, la mayoría procedente de las firmas suizas Vitol y Glencore International, la compañía suiza y holandesa Trafigura, la francesa Total, la india Reliance Industries o BP.

Por su parte, algunos demócratas no se mostraron demasiado convencidos con esta forma de presión y defendieron en el comité no inmiscuirse en asuntos de política exterior, ya que indirectamente podría dar argumentos a Teherán para criticar por injerencia a Washington, precisamente una de las denuncias más recurrentes escuchadas en las últimas semanas.

El representante demócrata Jim Moran indicó que, a su juicio, la medida "más inteligente" pasa por permanecer al margen de momento. "Es la revolución de los iraníes, no la nuestra", indicó. Asimismo, puso como ejemplo que Reliance Industries ha recibido ya 900 millones de dólares en préstamos del Banco norteamericano sin que se hayan utilizado para producir gasolina destinada a Irán.