NUEVA YORK, 4 Abr. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
Alrededor de un 25 por ciento de los estudiantes de educación superior de 66 centros en Estados Unidos han confesado que han pasado hambre durante el último mes, según la mayor investigación llevada a cabo sobre el tema.
Las conclusiones del estudio han confirmado las sospechas sobre el predominio de la pobreza en las universidades y en los centros de formación superior del país, según los autores. Un investigador de la Universidad de Wisconsin-Madison, Jed Richardson, ha dicho que los resultados pueden explicarse si uno tiene en cuenta los altos costes de vida en los campus, que en algunos casos incluyen altas tasas de matriculación.
"Los estudiantes que necesitan pasar cierto tiempo sin trabajar durante el curso aspiran a trabajos que suelen estar mal pagados", ha explicado Richardson. Estos jóvenes "se ven obligados a reducir sus gastos", ha añadido el investigador.
Los científicos entrevistaron a través de Internet a 43.000 estudiantes en universidades y centros de formación superior en 20 estados y en el distrito de Columbia en 2017. Un 20 por ciento de los encuestados en universidades admitieron que la falta de dinero les había obligado a renunciar a comprar comida en alguna ocasión en el mes previo a la entrevista.
Dicha proporción aumentó a un 24 por ciento entre los estudiantes de centros de formación superior (centros que ofrecen programas de estudios de dos años de duración y con menores tasas de matriculación que las universidades). Otros estudiantes confesaron que comieron menos o se saltaron comidas por temor a no llegar a fin de mes.
El investigador ha destacado que la comunidad científica ha llevado a cabo un número cada vez mayor de estudios en los últimos cinco años, pero que estos se han limitado a investigar el fenómeno a nivel estatal o se han centrado en una única universidad.
Otra de las conclusiones de esta investigación es que el hambre afecta especialmente a los estudiantes de comunidades marginales, como a los jóvenes que crecieron en familias de acogida, a los que pertenecen a la comunidad LGBT, a los afroamericanos y a los nativos americanos.
Richardson ha reconocido que, dado que los encuestados eran una fracción del cuerpo estudiantil de sus respectivos centros, no se pueden establecer generalidades con respecto a todos los estudiantes del país.
UN FENÓMENO SOBRE EL QUE NADIE PIENSA
Una becaria de postdoctorado de ciencias alimenticias de la Universidad de Michigan, Nicole Kasper, ha manifestado que las conclusiones del estudio ponen el foco sobre un tipo de pobreza entre los estudiantes sobre los que la población habitualmente no reflexiona.
A Kasper le sorprendieron los resultados de una investigación de 2016 en la que participó y que mostró que cuatro de cada diez estudiantes en la Universidad de Michigan, en la que se centraba el estudio, pasaba hambre. "En nuestra universidad, hay un gran estereotipo sobre cómo los estudiantes tienen mucho dinero", ha explicado Kasper.
Kasper ha destacado que las pruebas sobre cómo los estudiantes pasan hambre contrarresta el mito del 'Freshman 15', según el que los estudiantes de primer año --el 'freshman year'-- ganan 6,8 kilos debido a la comida tipo buffet que se suele ofrecer en las residencias estudiantiles.
