Casi 260.000 somalíes, la mitad menores de cinco años, murieron de hambre entre 2010 y 2012, según un estudio

Europa Press Internacional
Actualizado: jueves, 2 mayo 2013 15:09

MADRID 2 May. (EUROPA PRESS) -

Casi 260.000 somalíes, la mitad de ellos niños de menos de cinco años, murieron de hambre en Somalía entre 2010 y 2012 sin que la comunidad internacional reaccionara, ha denunciado este jueves el coordinador humanitario de la ONU para el país africano, Philippe Lazzarini.

Los datos ofrecidos por el responsable de la ONU se fundamentan en un estudio conjunto realizado por la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Red de Sistemas de Alerta Temprana del Hambre (FEWS NET) que financia USAID, la agencia de cooperación estadounidense. Dicho informe es el primer estudio científico sobre las muertes por la hambruna en Somalia.

Según dicho estudio, 258.000 personas murieron entre octubre de 2010 y abril de 2012, incluidos 133.000 niños menores de cinco años. En concreto, fallecieron alrededor del 4,6 por ciento de la población total y el 10 por ciento de los menores de 5 años en el centro y el sur del país.

Las zonas más afectadas fueron Baja Shabelle, Mogadiscio y Bay donde murieron el 18 por ciento, el 17 por ciento y el 13 por ciento respectivamente de los niños menores de cinco años en dicho periodo. En su punto álgido, entre mayo y agosto de 2011, la hambruna y la grave inseguridad alimentaria se cobraron unas 30.000 vidas al mes, según el estudio.

En comparación con la hambruna que se produjo en 1992 en el país, en la que murieron unas 220.000 personas en doce meses, los muertos en la última son más numerosos, sin embargo se considera que la anterior fue más grave ya que el porcentaje de población fallecida fue superior.

El estudio "confirma que deberíamos haber hecho más antes de que se declarara la hambruna el 20 de julio de 2011", ha lamentado Lazzarini en un comunicado que recoge la cadena estadounidense CNN. Según este responsable, la comunidad internacional no hizo lo suficiente tras las advertencias en 2010 de que había riesgo de hambruna tras una grave sequía y las personas más necesitadas no estaban accesibles.

"El sufrimiento se desarrolló como un drama sin testigos", ha subrayado Lazzarini. Tras la declaración oficial de hambruna, hubo una gran movilización de la comunidad humanitaria que "ayudó a mitigar los peores efectos de la crisis".

Lazzarini ha subrayado que la ONU ha estado trabajando con sus socios humanitarios para intentar cambiar la forma en la que operan en Somalia, donde unos 2,7 millones de personas siguen necesitando ayuda para sobrevivir. "Nuestro objetivo es garantizar que Somalia no vuelve a atravesar una nueva hambruna", ha asegurado.

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