Chad.- Oxfam advierte de que la población del este de Chad está en "situación desesperada" y "todo indica que empeorará"

Actualizado: martes, 14 noviembre 2006 15:07

MADRID, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -

La organización humanitaria Oxfam Internacional alertó hoy sobre la situación "desesperada" que viven las "miles de personas" que han huido de sus hogares a causa de la violencia y en busca de agua, alimentos y medicinas y aseguró que "todo indica que empeorará" porque la gente "está bebiendo agua sucia y no tiene nada para comer".

Según Oxfam Internacional (Intermón Oxfam en España), las miles de familias que están huyendo de sus hogares como resultado de la violencia necesitan una ayuda humanitaria urgente "que puede estar en peligro precisamente por el deterioro en las condiciones de seguridad".

Más de diez poblaciones en el sureste del país, en la zona fronteriza con la conflictiva región de Darfur (oeste de Sudán), han sido atacadas en los últimos días, forzando la evacuación urgente de hombres, mujeres y niños, prosiguió la organización.

Las familias aterrorizadas han contado que hombres armados y montados a caballo han atacado sus pueblos, robado sus posesiones y quemado sus cosechas. Ha habido decenas de heridos y decenas de muertos, la mayor parte de ellos como resultado de heridas de bala.

"La situación es muy, muy desesperada y todo indica que empeorará. Hay mucha gente que está sufriendo. Están bebiendo agua sucia y no tienen nada para comer", explicó el coordinador de las operaciones humanitarias de Oxfam en el Este de Chad, Roland Van Hauwermeiren, después de visitar algunas de las poblaciones quemadas y de hablar con las personas recién llegadas a los desbordados lugares en los que se está concentrando la población afectada, al sureste de la localidad de Koukou.

"Sobre todo vemos mujeres y niños, que nos cuentan que todavía hay gente desperdigada por los campos, esperando hasta que puedan venir aquí", añadió Van Hauwermeiren.

Oxfam recuerda que esta oleada de ataques son los incidentes más recientes que marcan la creciente inseguridad en el este de Chad, que tiene que ver con el deterioro de la situación en Darfur y con luchas internas por el poder.

Varios grupos de personas desplazadas se han ido juntando en los únicos lugares seguros en la región, los campos de refugiados donde las agencias humanitarias proporcionan comida, agua y medicinas a más de 218.000 refugiados sudaneses, y donde ofrecen suministro de agua a las poblaciones locales que rodean los campos. A medida que el número de desplazados aumenta, también crece la presión sobre el suministro limitado de agua, comida y medicinas.

"El mes pasado, la localidad de Habile había acogido 800 nuevas familias que huían de la inseguridad. Este viernes había 4.000 más", explicó Van Hauwermeiren, que fue testigo el jueves de cómo una mujer daba a luz a su hijo sin asistencia médica alguna sobre el suelo sucio. "Estas familias están viviendo sin agua, sin instalaciones sanitarias y con una necesidad desesperada de atención médica", añadió.

Como parte de una operación de emergencia coordinada entre diferentes agencias humanitarias, Oxfam ha empezado a instalar bombas de agua móviles y en los próximos días instalará tuberías y grifos para la distribución urgente de agua. También hay planes para instalar un tanque de emergencia para almacenar 95 metros cúbicos de agua, suficiente para el suministro a 5.000 personas durante dos días.

Los cooperantes que viajan por carretera en los alrededores de la localidad de Goz Beida, en la misma región, informaron de que cientos de personas viajan a pie, llevando consigo unos pocos bienes esenciales que han sido capaces de salvar de sus pueblos saqueados y quemados.

"Un montón de gente está huyendo, y no están seguros de a dónde van", contó Van Hauwermeiren. "De lo que sí tienen claro es que no pueden volver a casa porque no es seguro hacerlo", advirtió.

A juicio de la organización, "es esencial que los trabajadores humanitarios podamos llegar hasta la población desplazada cerca de Koukou y del campo de refugiados de Goz Amir". "Nuestro mayor reto ahora mismo es la seguridad, y la población dice que las cosas empeorarán", explicó Van Hauwermeiren. "Si empezamos a mover suministros y equipos a las zonas afectadas y quedamos paralizados por la inseguridad, no podremos ayudar a nadie", concluyó.