PARÍIS, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
El reportero gráfico de la Agencia Capa, Marc Garmirian, uno de los tres periodistas liberados por las autoridades chadianas, se dijo hoy "impresionado" por la determinación con la que los organizadores de la operación supuestamente humanitaria para trasladar a Francia 103 niños de Chad ocultaron sus verdaderas intenciones a las cien personas que trabajaban para ellos.
"Tenían a más de cien personas trabajando para ellos y jamás les anunciaron cuál era el objetivo final de su operación, ni a su personal, ni a la gente que les confió a los niños, ni a los propios niños", relataba hoy Garmirian en la emisora RTL. "Estaban convencidos de que hacían el bien y de que tenían una misión que cumplir", añadió Garmirian, quien no obstante considera que 'El Arca de Zoé' "no es en absoluto una secta".
Eso sí, el reportero, que antes de ser detenido grabó imágenes sobre la tarea de la asociación en las que se cuestiona la legalidad de sus actividades, calificó el comportamiento de 'El Arca de Zoé' como propio de "aficionados". "Sus objetivos parecían generosos pero la forma de llevarlos a cabo cayeron en un amateurismo dramático", dijo.
Garmirian cree, además, que los responsables de la ONG estaban preparados para tener problemas legales, pero una vez en Francia, donde habían preparado su llegada desde el punto de vista jurídico con las familias de acogida y los abogados, pero según recordó el reportero, la operación fracasó "en el último momento". Eric Breteau, el presidente de la asociación, barajaba incluso que podría ser detenido en Francia a su llegada pero, según Garmirian, no había previsto que en Chad pasara lo que finalmente pasó.
Por su parte, la periodista de France 3 Marie-Agnès Peleran admitió su "malestar" y sus "dudas" respecto a la operación de 'El Arca de Zoé'. Peleran viajó a Chad como periodista y como candidata a la adopción de uno de los niños y no como miembro de la asociación, subrayó durante una entrevista en France 3.
