SANTIAGO, 6 Dic. (De la corresponsal de EUROPA PRESS Claudia Riquelme) -
Por trece votos a favor, tres en contra y una abstención, el Senado chileno aprobó la noche de ayer miércoles (madrugada del jueves en España) un proyecto de acuerdo impulsado por los senadores Sergio Romero, Juan Antonio Coloma (oposición de derecha), Roberto Muñoz Barra y Hosaín Sabag (oficialismo de centro izquierda) que rechaza las expresiones y actuaciones que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, realizó durante la última Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que se realizó en Santiago entre el 8 y el 10 de noviembre.
La iniciativa condena, una vez más, la intervención de Chávez "en los asuntos internos del país y reitera la adhesión de Chile a las más amplias libertades civiles y políticas en el continente".
Asimismo establece que el mandatario venezolano "agravió los propósitos de la XVII Cumbre Iberoamericana, así como a la dignidad de altas autoridades huéspedes de Chile y del propio pueblo chileno, que ha visto ensombrecido el esfuerzo de los participantes por avanzar en la consolidación de nuestras democracias y sociedades".
Añade que "producto de las actitudes que han adoptado Cuba y Venezuela frente a los eventos recientes, se hace necesario manifestar que las señales diplomáticas dadas por esos países, sean prudentemente reflexionadas, por los alcances y significados de las mismas, a la hora de estrechar nuestras relaciones con dichos países".
La participación del presidente venezolano en dicha Cumbre incluyó un duro 'impasse' con el Rey de España, a raíz de las críticas que el mandatario hizo contra el ex jefe del Gobierno Español, José María Aznar, lo que motivó la cerrada defensa del actual mandatario hispano, Jorge Rodríguez Zapatero, y del Rey Juan Carlos.
La iniciativa impulsada por el senador Romero precisa que "todo el esfuerzo por maximizar los frutos de la XVII Cumbre Iberoamericana de Presidentes que reunió a los 22 países miembros de la comunidad fue opacado gravemente por las actuaciones del presidente Chávez, quien desde un primer momento, reiteró sus frecuentes intervenciones en asuntos internos de otras naciones".
También hizo hincapié "con espíritu destructivo" sus críticas hacia la convocatoria a una cohesión social en Iberoamérica, para "finalmente irrumpir en la sesión de Clausura, agraviando a los más altos personeros de España ensombreciendo todo el esfuerzo de Chile por destacar y avanzar en aspectos concretos que lleven a consolidar nuestras democracias y sociedades más justas y desarrolladas".
Los parlamentarios impulsores del proyecto de acuerdo recordaron que Hugo Chávez también contribuyó a minimizar la cita principal mediante la organización de una 'Cumbre Paralela' en la que participó junto al vicepresidente de Cuba y los presidentes de Nicaragua y Bolivia.
Por último, puntualizaron que "la actitud solidaria del vicepresidente de Cuba hacia los agravios de Chávez, confirma un eje político que simplemente impide el diálogo y el debate de altura, dejando en evidencia, la existencia de dos polos contrapuestos en nuestra región".
