BEIJING 9 (EUROPA PRESS)
El Ministerio de Asuntos Exteriores chino aseguró hoy que tiene evidencias de que el presunto campamento terrorista destruido el pasado fin de semana en la región occidental de Xinjiang, y situado cerca de la frontera con Pakistán, mantenía vínculos con el terrorismo internacional.
"Existe un gran número de pruebas que indican que el Movimiento Islámico del Turkestán Oriental (que gestionaba el campamento) está asociado con las fuerzas terroristas internacionales, y que planearon, organizaron y llevaron a cabo una serie de actividades terroristas violentas en China", afirmó hoy en rueda de prensa Liu Jianchao, portavoz del ministerio.
"El Gobierno chino se opone a cualquier tipo de actividad terrorista", declaró por su parte el portavoz del Ministerio de Seguridad Pública, Wu Heping, que agregó que su departamento prevé impulsar la cooperación internacional en la lucha contra el "terrorismo y las organizaciones terroristas".
La Policía de Xinjiang informó ayer de que había efectuado una redada el pasado viernes en la que murieron 18 sospechosos y un policía y resultaron detenidas 17 personas.
De acuerdo con la agencia oficial Xinhua, la Policía se incautó, además, de 22 granadas y descubrió restos de otras 1.500 a medio fabricar; además, todavía está buscando a otros sospechosos que pudieron escapar durante la redada.
Hasta la fecha las autoridades chinas no habían informado de la existencia de ningún campo de entrenamiento terrorista dentro de su territorio, y la cantidad de munición encontrada, así como la importancia de la operación, darían a entender que el grupo contaba con una peligrosa capacidad operativa.
El movimiento de liberación del Turkestán Oriental, que es como denominan los habitantes de la etnia autóctona uigur, de religión musulmana, a la región de Xinjiang, es considerado por Beijing una de las mayores amenazas a su integridad nacional, pues se diferencia de otras regiones "asimiladas" por China, como Tíbet, por su lucha no pasiva por la independencia.
China ha asegurado que al menos un millar de activistas uigures han sido entrenados por la red terrorista de Al Qaeda, y en el año 2002 Estados Unidos aceptó catalogar a este grupo como una organización terrorista.
Desde Alemania, sin embargo, y según declaraciones recogidas hoy por el periódico hongkonés 'South China Morning Post', Dilxadi Rexiti, portavoz del Centro de Información del Turkestán Oriental (que China también considera una organización terrorista) afirmó que las actividades violentas no representan a la mayoría de la población que defiende la independencia, negó cualquier vínculo de su grupo con el terrorismo y denunció que maniobras como ésta son utilizadas por Beijing para destruir la reputación de la causa.