China.- China dice que vigilará las "relaciones étnicas" en su territorio

BEIJING 29 Mar. (EUROPA PRESS) -

China va a construir un "mecanismo para controlar las relaciones entre grupos étnicos" cuyo fin será manejar cualquier "emergencia" y acabar con el separatismo, según señala hoy la agencia gubernamental Xinhua.

El mecanismo servirá para "tomar medidas drásticas contra el separatismo para garantizar la unidad étnica nacional, la estabilidad social y la seguridad nacional", según lo establecido por el plan de medidas sobre minorías étnicas aprobado por el Consejo de Estado (el ejecutivo) a principios de este año y que ha sido hecho público hoy.

El subdirector de la Comisión Nacional de Asuntos Étnicos, Dainzhub Ongboin, declaró en rueda de prensa que el proyecto consiste en crear un ambiente social saludable que garantice el desarrollo armonioso de todos los grupos étnicos.

El Gobierno chino, señala Xinhua, considera fundamental desmantelar las "tres fuerzas del mal" (terrorismo, separatismo y extremismo) que existen en el oeste del país, especialmente en la región de Xinjiang, cuya población autóctona es de ascendencia turcomana, y no 'han' como la población mayoritaria china (los datos oficiales hablan de que el 93 por ciento de la población de China, en un concepto que incluye regiones como Xinjiang o Tibet, son de etnia han).

Dainzhub Ongboin, de origen tibetano, aseguró también que los diferentes grupos étnicos existentes en China gozan del mismo estatus y que "no hay discriminación".

"La gente de diferentes grupos étnicos se ayudan a menudo los unos a los otros y sus relaciones son armoniosas. Los 56 grupos étnicos (que existen en el país) son como hermanos y hermanas de una misma familia", aseguró Dainzhub. "Si hubiese discriminación, ¿cómo sería posible que yo, siendo de orígenes humildes, hubiese ido a la escuela y esté dando ahora esta rueda de prensa?", dijo.

Beijing oscila entre la utilización de las minorías existentes en el país (cuyo tamaño y asimilación a la cultura china varía considerablemente) como una suerte de toque exótico nacional, que sirven para adornar con sus vistosos trajes típicos desde espectáculos televisivos hasta las reuniones anuales del Parlamento, hasta la represión y el intento de asimilación. El sistema educativo existente en Tíbet, por ejemplo, sólo enseña a sus estudiantes a aprender a escribir en mandarín, por lo que éstos se ven obligados a abandonar sus raíces para poder estudiar.