PEKÍN, 3 Ago. (Reuters/EP) -
Un tribunal de China ha condenado este miércoles a siete años y medio de prisión al activista Hu Shigen por subversión en el marco de una serie de medidas tomadas por el Gobierno chino contra activistas y abogados defensores de los Derechos Humanos, según han informado medios estatales.
Desde que se produjo la llegada al poder del presidente chino, Xi Jinping, el Gobierno ha aumentado el control ejercido sobre numerosos sectores de la sociedad civil, alegando la necesidad de garantizar la seguridad y estabilidad nacionales.
Decenas de abogados y activistas relacionados con el bufete Beijing Fengrui, a cuyo cargo ha corrido la representación de altos cargos y personalidades de la vida pública china, han sido detenidos o encarcelados desde julio de 2015, lo que ha provocado críticas a nivel internacional.
Los medios de comunicación han acusado al bufete y sus asociados de politizar casos para atraer la atención de la comunidad internacional y de haber estado al frente de las manifestaciones que se han producido en las inmediaciones de varios juzgados en diversas ciudades del país.
Hu Shigen, de 60 años, está relacionado con el bufete Beijing Fengrui y ha sido condenado en la ciudad de Tianjin. La Fiscalía ha señalado que ha utilizado sus "actividades religiosas ilegales" en una iglesia clandestina como plataforma para difundir "ideologías que incitan a la subversión y rebelión contra el poder estatal", según ha publicado la agencia de noticias Xinhua.
Las autoridades de Tianjin condenaron este martes a otro importante activista, Zhai Yamin, de 55 años, por cargos similares. Según fuentes oficiales, el director del bufete, Zhou Shifeng, y el activista Gou Hongguo serán también procesados.
Hu instó a Zhai a organizar a varios abogados para "crear caos" y "prender la llama del odio contra el Gobierno", según ha informado Xinhua. "Quería llenar de descrédito los tribunales, los cuerpo de seguridad del Estado y las instituciones", ha explicado Hu a la agencia Xinhua. Los defensores y el defendido no han objetado frente a las pruebas aportadas por la Fiscalía, según fuentes oficiales.
La Embajada de Estados Unidos en Pekín ha instado a China a liberar a Hu y a otros activistas, señalando que los casos, que constituyen "aparentemente condenas motivadas políticamente", suponen una decepción. "Las autoridades estadounidenses muestran su preocupación por los continuos esfuerzos del Gobierno chino para intimidar, acosar y perseguir a los abogados de Derechos Humanos por desempeñar su trabajo", ha manifestado la Embajada en un comunicado.
El sistema judicial de China está estrictamente controlado por el Partido Comunista, actualmente en el Gobierno, y generalmente no retira sus acusaciones. El Congreso de Estados Unidos criticó en julio la detención de abogados en China, un año después de que comenzaran a producirse las detenciones.
