BEIJING 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades chinas han confirmado la muerte de los 21 mineros que quedaron atrapados tras una explosión en un pozo hullero de la provincia de Shanxi (norte) el pasado domingo.
Los propietarios de la mina intentaron encubrir los hechos y no informaron del accidente hasta 44 horas después de que se produjera lo que, según las autoridades, explica el trágico desenlace y las dificultades a las que han tenido que hacer frente los equipos de rescate a la hora de recuperar todos los cuerpos.
Según informa en su web el periódico 'Shanghai Daily', la policía ha detenido a 11 sospechosos y varios cargos públicos han sido destituidos por negligencia.
Miaojiang, la mina en que se produjo el accidente (situada en la localidad de Jincheng) había recibido la orden de fusionarse con otra mina cercana; entre las dos acumularían una producción anual de 90.000 toneladas de carbón. Sin embargo, según la fuente, la mina siguió organizando extracciones de forma independiente y clandestina. En los dos primeros meses de este año China ha informado de 357 muertes en accidentes mineros, aunque la cifra real podría ser mayor.
Los datos de 2006 hablan de un total de 4.746 muertos en 2.845 accidentes, lo que haría una media de unos 13 fallecidos al día. La connivencia entre las autoridades locales y los propietarios de las minas, que ocasiona que éstas sigan operando a pesar de no cumplir las normas de seguridad, así como la necesidad de excavar para encontrar el mineral cada vez a mayor profundidad (donde las concentraciones de gas son mayores), se encuentran entre las principales razones del alto número de muertes.