BEIJING, 19 Abr. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -
El activista uigur Huseyin Celil, refugiado político y nacionalizado canadiense, ha sido condenado a cadena perpetua por un tribunal chino, que lo ha considerado culpable de "intervenir en actividades terroristas y conspirar para separar el país", según ha anunciado hoy la agencia estatal Xinhua.
En concreto, Celil ha sido sentenciado a prisión de por vida por separatista y a otros diez años de cárcel por terrorismo. Según la agencia, se desconoce si Celil apelará la sentencia.
Celil, de 37 años, había sido detenido (y torturado) por China por defender los derechos de su pueblo, una de las etnias autóctonas de la región de Xinjiang (oeste del país), cuyos habitantes originarios están emparentados con la cultura turcomana y no con la han o propiamente china. En las últimas décadas Beijing repobló está región (al igual que Tíbet) con habitantes de etnia han, que representan ahora la mitad de la población y ocupan además los puestos de mando.
En el año 2000 Celil logró escapar de prisión, y un año más tarde, tras pasar por Uzbekistán y Turquía, fue recibido como refugiado político por Canadá, que le concedió la nacionalidad.
Sin embargo en marzo del año pasado, Celil fue arrestado en Uzbekistán, país que tiene un acuerdo de extradición con China y adonde había viajado para encontrarse con sus familiares.
China, que retiró a Celil su pasaporte canadiense, ha negado en todo momento su nueva nacionalidad y lo ha tratado como si siguiera siendo un ciudadano chino, lo que previsiblemente provocará tensiones diplomáticas con el país norteamericano.
Según el tribunal, Celil se unió a la Organización de Liberación del Turkestán Oriental (actualmente considerada una organización terrorista) en 1997, y desde allí comenzó a reclutar a nuevos miembros y a enviarlos a campos de entrenamiento militar en Pakistán. Celil, señaló el tribunal, también colaboró con el también terrorista Movimiento Islámico del Turkestán Oriental, para los que recaudó fondos, reclutó miembros y organizó entrenamientos.
La sentencia también asegura que Celil contaba con 80.000 yuanes (algo menos de 8.000 euros) para crear una célula terrorista en la provincia china de Guangdong (sur), y que este grupo iba a llevar el nombre de "Hezbolá".
Durante el juicio al que fue sometido Celil apareció ante el tribunal sin la compañía de ningún diplomático canadiense, lo que contraviene sus derechos como ciudadano de ese país.
"Es un gran golpe para Celil y sus familiares", reconoció un miembro de la Embajada canadiense en Beijing, que señaló que su país "está muy preocupado porque el Gobierno chino nos ha impedido reunirnos con Celil". "Instamos a las autoridades chinas a que permitan que los representantes de la Embajada puedan contactar con Celil", añadió.
La región de Xinjiang (literalmente, 'Nueva frontera' en chino) fue incorporada a finales del siglo XIX a China (entonces dominada por el Imperio manchú) y es conocida por los defensores de su independencia por el nombre de Turkestán Oriental. Su población autóctona está compuesta, además de por uigures, por uzbecos y kazajos, entre otros.
Los movimientos separatistas en la región se reavivaron tras la caída de la antigua Unión Soviética y la independencia de varios países vecinos, de credo musulmán, en la zona, pero fueron fuertemente reprimidos a partir de los atentados del 11-S.