CIA.- El Consejo de Europa insiste en que los Gobiernos deben impedir que la gente "desaparezca en el aire"

Actualizado: martes, 13 febrero 2007 19:16

BRUSELAS, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

El secretario general del Consejo de Europa, Terry Davis, responsable del primer informe sobre los vuelos de la CIA en territorio europeo que fue presentado a los 46 miembros del Consejo en junio de 2006, insistió hoy en que los Gobiernos deben actuar para impedir que la gente "desaparezca en el aire".

"Nuestros Gobiernos deben actuar, porque no se puede permitir que la gente desaparezca en el aire, sean cuales sean los delitos de que se les acuse. Si queremos tener seguridad, debemos ser justos. Las únicas medidas eficaces frente al terrorismo son aquéllas que detienen a más terroristas, no las que ayudan a su reclutamiento", dijo durante una conferencia pronunciada en Bruselas bajo el título 'Nuevos retos para los derechos humanos y la democracia en Europa' organizada por el Centro Europeo de Policía.

En la misma línea, resaltó que no se puede ganar "ningún conflicto ideológico con cárceles secretas, tortura, trato degradante e inhumano, con gente secuestrada en un limbo legal y privada de las garantías en las que se se basan la justicia y nuestras democracias".

Davis recordó al auditorio las conclusiones a las que llegó en su informe, entre las que cita que las entregas extraordinarias de detenidos se produjeron "sin duda" en "algunos países miembros" del Consejo de Europa, por lo que, en su opinión, no se trata de una "amenaza teórica" a los derechos protegidos por la convención de Derechos Humanos.

En segundo lugar, dice que pudieron haber tenido lugar "en todos los países miembros" simplemente porque éstos no disponen de unas garantías legales y administrativas adecuadas para proteger a los individuos de tales violaciones.

Señaló igualmente que el análisis de las respuestas recibidas por los Gobiernos identifica tres lagunas en la aplicación de la Convención Europea sobre los Derechos Humanos para evitar los riesgos de las entregas extraordinarias.

La primera que, a diferencia de las actividades de los servicios nacionales de inteligencia y de seguridad, las operaciones de "los amigos y colegas de las agencias extranjeras no están sujetas a un control apropiado y eficaz".

Por ello, Davis ha recomendado al Comité de Ministros del Consejo preparar un nuevo instrumento legal con principios y guías de actuación que permita elaborar un marco administrativo y legislativo para las operaciones de los servicios secretos y de seguridad, que dé las garantías adecuadas frente a posibles abusos, mediante el control parlamentario y el sometimiento al control judicial.

El segundo vacío legal es que los actuales procedimientos de la aviación civil y la inmunidad de la que gozan los aparatos estatales hace "virtualmente imposible" que los Estados sepan con certeza para qué propósitos se están usando los aviones que transitan su espacio aéreo.

CONTROLES NACIONALES

Davis pidió en su momento a los Gobiernos establecer controles nacionales en el marco de los reglamentos internacionales vigentes y que los organismos internacionales pertinentes colaboren en la revisión del marco reglamentario de la aviación civil.

Por lo que se refiere al sector de la aviación, las propuestas concretas del Consejo de Europa consisten en introducir en los acuerdos bilaterales cláusulas sobre el respeto de los derechos humanos, para garantizar su cumplimiento por parte de terceros Estados.

"Debemos asegurarnos de que nuestros aeropuertos y nuestro espacio aéreo no se usa para transportar gente detenida de manera ilegal a países donde pueden ser torturados o encarcelados en circunstancias contrarias a las leyes internacionales", remachó Davis.

El tercero de los aspectos que debería ser objeto de atención por parte de los países del Consejo es el establecimiento de excepciones a la inmunidad que, en algunos casos, permite serios abusos en el respeto de los derechos fundamentales.

"La inmunidad --dijo-- no debe significar impunidad. La inmunidad diplomática no debe ser una licencia para secuestrar, torturar o matar". El Consejo de Europa, aseguró el conferenciante, todavía está esperando que los Gobiernos decidan si siguen o no sus sugerencias.