Acción contra el Hambre advierte de que 400.000 niños podrían morir de inanición en las próximas semanas
MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha alertado este jueves de un aumento de la desnutrición infantil en Yemen y ha indicado que cerca de 3,2 millones de mujeres y niños sufren desnutrición aguda en el país, sumido en una guerra desde 2014 que ha causado la mayor catástrofe humanitaria en el mundo.
El organismo ha indicado que más de una cuarta parte de los 56.000 niños de menos de cinco años a los que trató entre enero y noviembre de 2020 sufrían desnutrición grave y ha detallado que más de 4.500 estaban en un estado crítico que suponía una amenaza para su vida.
Así, ha resaltado que se calcula que cerca de 20 millones de personas no tienen comida suficiente en el país, mientras que las proyecciones apuntan a que más de 3,25 millones de niños de menos de cinco años y más de un millón de mujeres embarazadas o lactantes sufrirán este año desnutrición aguda, según datos de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC).
"La mayoría de los casos que recibimos sufren desnutrición. La gente está en circunstancias difíciles, no tienen trabajo, sus ingresos son bajos, casi no pueden lograr lo suficiente para sus familias, así que no tienen medios para lograr tratamiento médico", ha dicho Mai Abdulrahman, una enfermera del Departamento de Nutrición del centro de salud de Kapota, en la ciudad de Adén.
El CICR ha resaltado que, si bien la desnutrición ya existía en Yemen desde hacía décadas, el deterioro que ha sufrido el país es consecuencia del conflicto, el derrumbe económico, el aumento de los precios, las restricciones a las importaciones, el desplazamiento de población, los daños sufridos por el sistema sanitario y el impacto de la pandemia de coronavirus.
"Recibimos muchos casos de desnutrición, que pueden variar de moderado a grave. La mayoría de ellos son desplazados. Difícilmente pueden lograr lo suficiente para vivir, sin hablar de comprar medicinas", ha relatado Fahad al Hamadi, jefe del Departamento de Enfermería y Emergencias en la ciudad de Taiz.
El organismo ha manifestado que cerca de dos tercios de las familias yemeníes no pueden permitirse una dieta adecuada, con menos del 50 por ciento de los niños con un nivel satisfactorio de diversidad alimentaria, algo causado en parte por el aumento de los precios de los productos de la canasta básica.
"Si hay harina disponible, hacemos pan y lo comemos con té. Nuestra mayor preocupación es pasar hambre. Tenemos hijos que no lo soportarían", ha señalado Hamed Abdo, trabajador y padre de cuatro hijos. En este contexto, alrededor de 24 millones de personas, lo que supone cerca del 80 por ciento de la población yemení, necesita ayuda humanitaria.
LA AYUDA "NO LLEGA" A LOS NECESITADOS
Por su parte, la organización no gubernamental Acción contra el Hambre ha alertado de que 400.000 niños podrían morir de inanición en las próximas semanas y ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que financie los planes de respuesta humanitaria en el país.
La ONG ha resaltado que más del 80 por ciento de la población vive por debajo del umbral de la pobreza y millones de personas carecen de acceso a instalaciones médicas adecuadas, empleo y agua potable, lo que ha empeorado las tasas de inseguridad alimentaria y desnutrición, que describe como "un problema importante".
"En Yemen, los niños y las niñas se mueren literalmente de hambre. En cuanto a los estados ricos, están reduciendo drásticamente su contribución a la ayuda humanitaria y esta no llega a quienes más la necesitan. Estamos en una situación dramática y cada día estamos más cerca de una situación de hambruna", ha dicho la directora adjunta de la ONG en Yemen, Willow Rook.
Acción contra el Hambre ha hecho hincapié en la "catastrófica caída" de la economía del país durante los últimos meses. Yemen depende en un 90 por ciento de las importaciones de trigo y otros alimentos básicos, afectadas por el bloqueo impuesto al país por la coalición internacional, mientras que el rial yemení se ha depreciado un 250 por ciento respecto a su valor antes de la guerra.
"Mi hijo compra botellas de agua potable a 150 riales y vende una botella a 200 riales para alimentar a la familia de seis miembros", ha indicado un residente en Hodeida. "Se queda todo el día, desde la mañana hasta el atardecer, en la carretera, pidiendo a los pasajeros de cada coche que le compren agua", ha agregado.
La guerra en Yemen enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, encabezado por Abdo Rabbu Mansur Hadi y apoyado por una coalición internacional liderada por Arabia Saudí, y a los huthis, respaldados por Irán. Los rebeldes controlan la capital, Saná, y otras zonas del norte y el oeste del país.
El conflicto ha sufrido un recrudecimiento en varios frentes durante los últimos meses, pese a los esfuerzos internacionales de mediación. Arabia Saudí propuso el lunes un alto el fuego, oferta aplaudida por el Gobierno yemení y rechazada por los huthis.