Clegg asume que "la incertidumbre no es buena", pero prefiere "no precipitarse" y tomar la "decisión correcta"

Actualizado: lunes, 10 mayo 2010 13:23


LONDRES, 10 May. (EUROPA PRESS/Eva Martínez Millán) -

El líder del Partido Liberaldemócrata británico, Nick Clegg, asumió que "no es bueno prolongar la incertidumbre" en las negociaciones para formar el futuro Gobierno de Reino Unido, pero consideró que, "en lugar de apresurarse, es mejor tomar la decisión correcta", después de que las elecciones del 6 de mayo dejasen un escenario sin mayorías absolutas.

En declaraciones a los medios de comunicación al abandonar su residencia, Clegg reivindicó el "trabajo de 24 horas al día" acometido por los partidos, que cuatro días después de los comicios no han logrado decidir aún quién será el próximo inquilino de Downing Street, donde aún se mantiene Gordon Brown. "Estamos trabajando tan rápido como sea posible para facilitar esa claridad", declaró, en relación al proceso para encontrar puntos en común para "organizar el sistema político y la relación con la economía". "Confío en que podamos dar un anuncio en cuanto sea posible", concluyó.

Mientras, las comisiones negociadoras de Partido Conservador y del Liberaldemócrata han retomado ya las conversaciones para intentar sellar el acuerdo de colaboración, tras la reunión celebrada este fin de semana entre los equipos negociadores y las dos entrevistas privadas mantenidas ya por los líderes.

Desde que las elecciones del 6 de mayo dejasen un panorama sin hegemonías por primera vez en 36 años, ambos partidos se han dado cita nuevamente en dependencias oficiales para continuar un proceso que acabaría con el desalojo de Gordon Brown del número 10 y una alternancia de poder tras 13 años consecutivos de dominio laborista.

En este sentido, según fuentes del número 10 citadas por la BBC, paralelamente a esta convocatoria, en la residencia oficial Brown estaría siendo persuadido por sus principales asesores para que dimita tanto al frente del Gobierno como del liderazgo laborista para permitir a su partido abrir negociaciones con los liberaldemócratas con el fin de forjar una virtual coalición, sumando sus 258 diputados a los 57 de la tercera fuerza y a los de otras formaciones minoritarias como los nacionalistas escoceses y los galeses, entre otros.

INCÓGNITAS

En este sentido, cuatro días después de las elecciones, los ciudadanos ignoran todavía quién será su próximo primer ministro, a la espera de que los interlocutores definan una fórmula de colaboración que dependerá en gran medida de las coincidencias en la agenda programática.

Las partes permanecieron ayer concentradas casi siete horas, tras las que informaron a David Cameron y Nick Clegg de los progresos, una actualización a la que siguió un breve encuentro entre ambos en Westminster, el segundo tras el protagonizado el sábado en dependencias oficiales y que suponía su primer cara a cara desde la contienda electoral.

Los avances, según explicaron las comisiones se centraron, principalmente, en el compromiso de establecer un plan económico "creíble" para atacar el agujero presupuestario y evaluar las "reformas políticas" en agenda, especialmente la revisión de modelo electoral vigente que la tercera fuerza presenta como condición fundamental y a la que sus interlocutores se muestran reacios.

Por el momento, sobre la mesa estarían las propuestas en común de ambas formaciones y, más importante, el modelo de colaboración. Por una parte, estaría la coalición formal, que implicaría integración programática y una agenda común y que podría incomodar más a las bases más tradicionales de los 'tories'. Sin embargo, hay una alternativa, basada en un acuerdo de confianza que garantizase a los conservadores la estabilidad para cuestiones clave como la aprobación de los presupuestos o las perspectivas legislativas de cada año que se dan a conocer en el tradicional Discurso de la Reina.