EL CAIRO, 5 Mar. (Reuters/EP) -
Una comisión designada por el Gobierno egipcio ha culpado a los simpatizantes del depuesto presidente Mohamed Mursi de la muerte de cientos de personas cuando las fuerzas de seguridad dispersaron, el pasado mes de agosto, dos campamento de protesta levantados por islamistas en El Cairo.
Aunque el grupo ha responsabilizado parcialmente a la Policía, al señalar que no utilizaron de forma proporcionada la fuerza, atribuye la mayoría de las culpas a los seguidores de Mursi, a los que ha acusado de detener y torturar a residentes del barrio cairota de Ciudad Nasr y de disparar contra las fuerzas de seguridad.
El nuevo informe introduce como matiz, en comparación con otros análisis realizados anteriormente por las autoridades, la consideración de que la mayoría de los manifestantes eran pacíficos. También advierte de que las fuerzas de seguridad no dieron suficiente tiempo a los manifestantes para abandonar el campamento levantado junto a la mezquita de Rabaa al Adawiya.
Cientos de personas perdieron la vida tras el desalojo de los campamentos, uno de los episodios más sangrientos de la historia moderna de Egipto. La mayoría de las víctimas se produjeron en Ciudad Nasr.
