KINSHASA, 12 Jul. (EP/AP) -
Decenas de miles de congoleños que vivían en Angola fueron expulsados por el Ejército y ahora se encuentran en una especie de limbo en la frontera entre ambos países, denunciaron ayer varios cooperantes. A este respecto, fuentes oficiales angoleñas señalaron que la mayoría de los expulsados eran mineros ilegales y no refugiados.
En la actualidad, más de 25.000 congoleños viven junto a la frontera entre República Democrática del Congo y Angola, sin acceso a la ayuda humanitaria ni a la gubernamental, según informaron en 'Radio Okapi', una emisora respaldada por Naciones Unidas.
"Duermen en la calle", señaló Albert Fwamba, presidente de la Liga Nacional de Campesinos por los Derechos Humanos en Tshikapa, localidad a 650 kilómetros al sureste de Kinshasa.
Por su parte, Robert Kulusifu, administrador de Tshikapa --uno de los tres pueblos en los que dicen que se refugian más de 13.000 personas--, explicó que incluso dos mujeres tuvieron que dar a luz en el suelo. "No estamos en posición de ayudarles, pero estamos preocupados porque tengan que estar expuestos a enfermedades como la malaria o vómitos provocados por la suciedad en las manos, como resultado de las condiciones que están viviendo", añadió.
Respecto a la procedencia de estas personas, no queda claro si son refugiados que cruzaron la frontera huyendo de la guerra civil o bien lo hicieron para trabajar en las minas ilegales de diamantes del país.
