El Consejo Noruego para los Refugiados teme que los combates puedan arrasar la ciudad yemení de Hodeida

Niños desplazados en Yemen
REUTERS / ABDULJABBAR ZEYAD
Actualizado: viernes, 9 noviembre 2018 12:31


MADRID, 9 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Consejo Noruego para los Refugiados ha advertido de que la ciudad yemení de Hodeida, escenario de cruentos combates entre el Ejército de Yemen -- apoyado por la coalición internacional liderada por Arabia Saudí -- y los insurgentes huthi podrían acabar "arrasando" la ciudad, ahora mismo aislada del resto del país, y que podría convertirse en el epicentro de una nueva catástrofe humanitaria.

"Hodeida corre el peligro de resultar arrasada", ha avisado el director del CNR para Yemen, Mohamed Abdi. "Ya habíamos advertido de que se avecinaba una ofensiva en la ciudad, y así fue. Advertunis que la violencia iba a obligar a medio millón de personas a huir de sus hogares, y así fue. Ahora advertimos de que, si esto continúa, las partes en el conflicto y sus aliados internacionales serán responsables de la muerte, de las heridas y del sufrimiento de de millones de personas", ha señalado.

Hodeida es una ciudad portuaria bajo control huthi, en el este del país. En ella desembarca petróleo y ayuda para una población absolutamente desintegrada tras años de conflicto, empobrecida y diezmada tanto por los brotes de cólera como por la brutalidad de las partes en conflicto. Los huthi se escudan en refugios de civiles y hospitales mientras el Ejército yemení y sus aliados saudíes desencadenan ataques indiscriminados, denuncian las ONG.

"Solo este año el coste humanitario de esta guerra ha alcanzado casi los 3.000 millones de dólares, pero el coste humano es completamente inestimable. Los ataques sin sentido a civiles, la evidencia de una población hambrienta y las peticiones desesperados de los actores humanitarios han hecho poco más que obtener las condolencias de una comunidad internacional que podría haber pisado los frenos hace mucho tiempo", según Abdi.

"La inacción de Estados Unidos y Reino Unido, en particular, es absolutamente inconsciente", ha lamentado.

OFENSIVA EN MARCHA

El CNR ha constatado que en los ocho días de ofensiva se han ejecutado incesantes ataques aéreos, bombardeos a baja altura y ataques de helicópteros, morteros y misiles Apache en las afueras de la ciudad y a cinco kilómetros del puerto.

El miércoles, sin ir más lejos, murieron 18 civiles y otros 17 resultaron heridos por estos ataques, concentrados en Hodeida y la vecina Hayah.

Los combatientes de Ansarulá, el movimiento huhti, se encuentran atrincherados en lugares cuya presencia esta prohibida por el derecho intrernacional y las convenciones de protección de la población civil. Por ejemplo, se encuentran en un hospital a las afueras de la ciudad, lo que no ha impedido que la coalición y el Ejército yemení hayan bombardeado hasta en tres ocasiones las instalaciones.

Según la Organización Internacional para la Migración de Naciones Unidas, 545.000 personas han huido de sus hogares desde el 1 de junio de este año, lo que equivale a casi 3.700 por día. De esta población, el 83% proviene de la gobernación de Hodeidah y un 14% adicional de Hayah.

Ahora solo existe una ruta terrestre viable desde Hodeida a la capital, Saná, y existe un riesgo muy alto de que nuevos ataques aéreos o terrestres en carreteras o puentes puedan cortar completamente las vías de acceso entre las ciudades, cortando la última ruta de suministro restante para alimentos, combustible y medicamentos para muchos de los aproximadamente 20 millones de yemeníes que dependen de las importaciones a través de Hodeida para satisfacer sus necesidades básicas.

Las organizaciones humanitarias continúan padeciendo obstáculos para entregar ayuda urgente a los amenazados, así como medicinas contra el cólera. A las agencias humanitarias se les siguen negando visados para el personal internacional y experimentan innumerables desafíos, aduce el CNR, para obtener la aprobación de las autoridades para viajar y prestar ayuda dentro de Yemen, incluso cuando prestan servicios que salvan vidas, lo que limita nuestra capacidad de llegar a las personas que más lo necesitan.

Unos 12 millones de yemeníes están ahora en riesgo inminente de hambruna y más de 16 millones no tienen acceso a agua potable, exponiéndolos a un mayor riesgo de enfermedades infecciosas.

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