QUITO, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
Rafael Correa fue investido este lunes como presidente de Ecuador para un segundo mandato de cuatro años en el que ha prometido no dejar impune todos los actos de corrupción que pudiesen ocurrir durante su gobierno "independientemente de quien los cometa", al tiempo que ha hecho un llamamiento a apoyar este nuevo episodio de su "revolución ciudadana".
El acto fue celebrado en la sede de la Asamblea Nacional que fue instalada el mes pasada para iniciar su primer período legislativo en el marco de la nueva Constitución que promovió Correa y que fue aprobada en referéndum el año pasado.
Sin embargo, los diputados de la oposición no estuvieron presentes en el acto que contó con la participación del Príncipe Felipe y de varios mandatarios del continente que estuvieron presentes también en la Cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), además del jefe de Estado cubano, Raúl Castro, y el mandatario derrocado de Honduras, Manuel Zelaya
"No habrá más impunidad", expresó Correa al asegurar que "en el gobierno de la revolución ciudadana prevalecerá siempre la voluntad política de sancionar los abusos y la corrupción independientemente de quien las cometa y del dolor personal que aquello nos pueda causar".
"Vamos a terminar con la impunidad y vamos a extirpar los escándalos que pretenden suplantar a la verdadera fiscalización", dijo ante los parlamentarios, al rechazar las versiones de quienes aseguran que "no tendremos la imparcialidad y la autonomía suficientes para esa fiscalización".
El presidente del Parlamento, Fernando Cordero, dijo que los 124 legisladores reunidos en 12 comisiones especiales permanentes, podrán realizar labores de control político y fiscalización que apunten a luchar contra la corrupción, en vez de una única comisión que en el anterior Congreso existía para ese propósito.
En el nuevo período de gobierno de cuatro años, Correa apelará a reformas en sectores clave de la economía para obtener mayores ingresos para sus millonarios proyectos sociales y aumentar el control estatal en áreas privadas, gracias a los mayores poderes que sumó en una nueva Constitución aprobada el año pasado.
BASES COLOMBIANAS
El tema de las bases colombianas en las que habrá presencia militar estadounidense también fue abordado durante el discurso de Correa, quien aseguró que se trata de un hecho que afecta a toda América Latina.
"Levantamos esta voz de protesta ante esta situación", dijo el mandatario ecuatoriano al denunciar la "arremetida mediática" contra su Gobierno al que acusan de tener nexos con las guerrillas colombianas.
"Nunca se destacan los miles de refugiados que acogen con mucho cariño en el Ecuador por una guerra que no es nuestra (...) y como Colombia tiene desprotegida la frontera", dijo Correa que hace más de un año rompió relaciones con Bogotá después de que el Ejército colombiano bombardera un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio ecuatoriano.
