Actualizado: martes, 26 julio 2016 20:58

BELGRADO, 26 Jul. (Reuters/EP) -

Las tensiones entre Serbia y Croacia, territorios pertenecientes a la ya extinta Yugoslavia y antiguos rivales militares durante los años 90, han aumentado este martes a raíz de la decisión de la Justicia croata de perdonar a un clérigo católico condenado en la Segunda Guerra Mundial al que Serbia aún considera un criminal.

Las dos potencias balcánicas mantienen en la actualidad relaciones cordiales entre ellas, pero la disputa sobre el cardenal Alojzije Stepinac amenaza con despertar de nuevo las tensiones regionales entre ambos países tras años de aparente calma.

Stepinac, que era arzobispo y cardenal de la Iglesia Católica, fue apresado por el régimen comunista yugoslavo en 1946. Se le acusaba de haber colaborado con el régimen nazi y el régimen fascista italiano de Mussolini, así como con el régimen Ustasha de Croacia, aliado de las potencias del Eje.

El clérigo murió en 1960, y en 1997 fue beatificado por la Iglesia Católica. Un año más tarde, el Papa Juan Pablo II le declaró mártir de la Iglesia. La semana pasada, un tribunal de Croacia anuló la sentencia que se le aplicó a Stepinac en 1946, ya que ha alegado que el juicio violó múltiples principios del derecho penal.

Alrededor de un millón y medio de personas, de las cuales se estima que unas 580.000 eran civiles, fueron asesinadas en la antigua Yugoslavia durante la Segunda Guerra Mundial, la inmensa mayoría por aliados de las potencias del Eje. Los agravios que se produjeron durante la Segunda Guerra Mundial tuvieron un papel fundamental en los conflictos regionales de los años 90.

Las autoridades serbias, entre ellas el presidente del país, Tomislav Nikolic, han criticado la decisión del tribunal croata, ya que han alegado que Stepinac desempeñó un papel fundamental en el asesinato de miles de serbios, judíos, gitanos y antifascistas entre 1941 y 1945.

Este martes, el Gobierno de Croacia ha enviado una nota de protesta a Belgrado, en la que ha defendido que "ese tipo de retórica" amenaza con alimentar la intolerancia entre ambos países y, además "distancia a Serbia de los valores europeos y de su adhesión a la familia UE". Croacia es miembro de la UE desde 2013 pero Serbia aún negocia su entrada.

La absolución de líderes anticomunistas asesinados durante la Segunda Guerra Mundial comenzó a producirse en los antiguos territorios de la República de Yugoslavia cuando el por aquel entonces Estado Federal se colapsó y los nuevos países independientes intentaron dejar atrás su pasado comunista.

En 2015, en una sentencia similar, la Justicia serbia perdonó a Dragoljub 'Draza' Mihailovic, un comandante monárquico acusado de colaborar con los nazis. La medida fue comparada por Croacia como el equivalente de perdonar al propio Hitler por sus crímenes.

Este mismo martes, después de recibir la nota de protesta por parte de Zagreb, el ministro de Exteriores serbio ha respondido a su homólogo croata, al que le ha comunicado que está "horrorizado con la absolución de Stepinac y del régimen Ustasha".

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