AI contacta con los secuestradores talibán y apelan al derecho internacional para exigir la liberación de todo rehén
KANDAHAR/SEÚL, 3 Ago. (EP/AP) -
El Gobierno de Seúl expresó hoy su esperanza ante la posibilidad de que la inminente cumbre entre el presidente afgano, Hamid Karzai, y su homólogo estadounidense, George W. Bush, contribuya de algún modo a los esfuerzos destinados a la liberación de los 21 rehenes surcoreanos que se encuentran en manos de las milicias talibán desde el pasado 19 de julio. Mientras, las fuerzas de la coalición dirigidas por Estados Unidos han lanzado un ataque aéreo contra dos comandantes talibán en el sur del país, en la provincia de Helmand que se ha saldado con decenas de milicianos y civiles muertos en la operación, según fuentes locales.
Se espera que el presidente afgano realice especial hincapié en este tema durante la visita que iniciará mañana a Estados Unidos, mientras el Gobierno surcoreano ha solicitado tanto a Washington como a Kabul que den muestras de "flexibilidad" a la hora de manejar la crisis, dado que entre las exigencias de los talibán se incluye la liberación de una lista de 21 presos, algunos de los cuales están en poder del Ejército estadounidense.
Por ello, Seúl entiende que "los Gobiernos estadounidense y afgano tienen cierta responsabilidad en este asunto" y espera que "el encuentro entre Bush y Karzai demuestre comprensión" hacia la postura surcoreana, según el portavoz presidencial de Seúl, Cheon Ho Dun.
El portavoz declinó comentar si los negociadores de Seúl se han reunido cara a cara con los talibán, pero el Gobierno surcoreano ha reconocido que sus representantes mantienen "contacto directo e indirecto" con sus captores.
Dun aprovechó para dirigirse personlemente a los captores talibán, para aclararles que "existe un límite en la capacidad de nuestro Gobierno para gestionar la liberación de los prisioneros" exigida por el grupo miliciano.
Por su parte, la ONG Amnistía Internacional ha contactado directamente con los talibán para pedir la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes afganos y extranjeros, haciendo especial hincapié en el caso de los surcoreanos, tras la reciente ola de secuestros en el país y la ejecución de varios rehenes.
"La toma de rehenes es una violación flagrante del derecho internacional humanitario. No hay excepciones a esta norma ni justificaciones para romperla. La toma de rehenes y la ejecución de rehenes son crímenes de guerra y sus autores deben ser llevados ante la justicia", previno la secretaria general de AI, Irene Khan, en un comunicado.
La organización contactó el miércoles con el presunto portavoz de los talibán, Qari Yusef Ahmadi, que les dijo que están intentando "resolver" el caso de los surcoreanos "aceptablemente", pero no accedió a protegerles ni a liberarles de forma inmediata como requiere el derecho internacional.
Asimismo, el portavoz talibán dijo que éstos están "intentando no entrar en confrontación con el derecho internacional humanitario y no actuar en contra de los Derechos Humanos, cuando es acorde con la Sharia", la ley islámica. En este sentido, explica el comunicado, la ONG recordó que ningún sistema legal está por encima del derecho internacinal.
Amnistía Internacional pidió a los talibán y a otros grupos armados en Afganistán, así como a todas las demás partes en el conflicto, a cumplir estrictamente y en todas las circunstancias con sus obligaciones en virtud del derecho internacional. "Ningún sentido de queja, ideología política o convicción religiosa justifica o excusa la comisión de tales violaciones", advirtió Khan, reclamando que "todos los rehenes deben ser liberados de forma inmediata, incondicional y sin ningún daño más".
NUEVA OFENSIVA EN EL SUR
La coalición liderada por Estados Unidos llevó a cabo ayer un ataque aéreo contra dos líderes talibán que mantenían una reunión en el distrito de Baghran , en la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, en el que varios milicianos y civiles podrían haber muerto, según informaron fuentes oficiales afganas.
"Durante un importante encuentro de líderes talibán, las fuerzas de la coalición emplearon armas de precisión después de asegurarse de que no había civiles en áreas cercanas", indicó la coalición en un comunicado publicado hoy y en el que no especificaron el número de víctimas.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Defensa afgano, general Mohammad Zahir Azimi, dijo que en los bombardeos murieron tres altos responsables talibán, entre ellos el comandante para la provincia de Helmand, mulá Rahim. Asimismo, añadió, alrededor de una docena de milicianos fallecieron.
Sin embargo, Ahmadi negó que el mulá Rahim muriera en el bombardeo. Según Azimi, otro dirigente de más alto rango de los talibán, Dadulá Mansoor, comandante de los talibán para todo el sur del país, estaba presente en la reunión atacada, pero se desconoce su suerte. Azimi indicó que la información sobre Rahim y otros milicianos se basa en los datos de los servicios de inteligencia.
El jefe de la Policía provincial, Mohammad Hussein, informó de que, en lo que parece un hecho relacionado, varios civiles y talibán resultaron muertos ayer en un ataque aéreo en el área de Shah Ibrahim del distrito de Baghran y que 20 personas heridas fueron trasladadas a un hospital en Lashkar Gah. El director del Departamento de Salud de la provincia de Helmand, Enayatullah Ghafari, declaró que el herido más joven es un niño de ocho años y que el más viejo es un hombre de 50.
Los milicianos mantenían retenidos a dos habitantes de la región a los que acusaban de espiar para el Gobierno, mientras que otros residentes salieron de sus casas para ver caer las bombas, según comentó Hussein.
Uno de los heridos y trasladados al hospital de Kandahar explicó que las deflagraciones impactaron contra un mercado central concurrido y aseguró que no había ningún talibán en el momento del ataque, a pesar de que Hussein destacó que la zona es un bastión conocido de la milicia islamista.