Crónica China.- China podría suavizar su sistema de registro de residencia y facilitar la movilidad de los campesinos

Actualizado: miércoles, 23 mayo 2007 15:40

Algunas provincias cuentan ya con programas piloto para acabar, después de casi 50 años, con el 'hukou'

BEIJING, 23 May. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -

China podría reformar su actual sistema de registro de residencia, existente desde hace casi medio siglo y que convierte a los habitantes de las zonas rurales en una suerte de ciudadanos "de segunda" cuyos movimientos quedan restringidos.

De acuerdo con la prensa oficial china, el Gobierno central está estudiando una propuesta del Ministerio de Seguridad Pública que facilitaría los desplazamientos entre las ciudades y el campo, ya que permitiría cambiar la "residencia legal y establecida", según el periódico 'China Business News'.

Los matrimonios formados por personas originarias de distintos lugares, así como las personas de edad avanzada que trasladan su residencia para vivir junto con sus hijos encontrarían especiales facilidades para hacerse con su nuevo 'hukou', término chino para denominar al permiso de residencia.

La decisión tendría importantes consecuencias no sólo para la ciudadanía sino para gran parte del sistema de cobertura pública: actualmente, aquellos que no nacieron con el 'hukou' de una ciudad, independientemente de cuántos años lleven viviendo en ella, no pueden gozar de cobertura sanitaria ni acudir a la escuela, lo que obliga a millones de familias de campesinos a mantenerse separadas si éstos desean que sus hijos reciban una educación.

Según los datos oficiales, unos 120 millones de campesinos se han desplazado en los últimos años de un campo con cada vez menos trabajo a las ciudades, aunque la cifra real podría superar los 200 millones de lo que se ha dado en llamar "población flotante". Con su aportación extra de mano de obra barata (empleada en fábricas y en el sector de la construcción), los campesinos chinos son los protagonistas del mayor desplazamiento migratorio de la Humanidad, y los grandes autores del apabullante crecimiento económico del gigante asiático.

SISTEMA CADUCO

El pasado marzo, una encuesta realizada por el portal de Internet 'Sina.com' y el periódico 'China Youth Daily' mostró que el 92% de los 11.168 participantes en el sondeo consideraban que el sistema está caduco. Más del 53 por ciento afirmó que las políticas restrictivas vinculadas al sistema, como las limitaciones en el acceso a la educación o a la atención médica, deberían ser suprimidas, mientras que cerca del 40 por ciento respaldó su completa eliminación.

Expertos citados por la agencia estatal Xinhua han defendido la necesidad de un cambio, si bien matizan que la propuesta del Ministerio de Seguridad Pública no es lo suficientemente específica.

"El concepto de 'residencia legal y establecida' debería aclararse mejor. El trabajo podría dejarse en manos de los gobiernos locales, (que actuarían) basándose en la situación en sus zonas", declaró Dang Guoying, miembro de la Academia China de Ciencias Sociales.

Según otro experto, He Bing, profesor de la Universidad China de Ciencias Políticas y Derecho, una vez se inicien las reformas éstas no podrán limitarse al registro de residencias, sino que tendrán que ampliarse a campos como el empleo, la educación o la salud. Algo que explicaría, según otro experto de la Universidad del Pueblo Chino de Seguridad Pública, Wang Taiyuan, por qué el sistema lleva intentando actualizarse desde 1991 y aún no se ha logrado hacer ningún cambio: "Las reformas terminan encallando cada vez que empiezan a afectar a los intereses de los distintos departamentos".

Sólo en Beijing, que cuenta con una población de unos 15 millones de personas, los inmigrantes sin permiso de residencia rondan los 3,5 millones, según un estudio de la Universidad del Pueblo; y la mayoría de ellos cuentan con una estancia media superior a cinco años.

Tanto la capital china como Shanghai y otras grandes ciudades de la provincia sureña de Guangdong (la más próspera del país) han optado en los últimos años por hacer "la vista gorda" y aligerar los controles. En las provincias de Hebei, Shangdong, Liaoning, Heilongjiang (en el norte), Chongqing (centro) y Guangxi (sur) han puesto en marcha distintos programas piloto para encontrar una salida al actual mecanismo. El más adelantado es el de Heilongjiang, que previsiblemente contará con un nuevo sistema de residencia para finales de este año.

EVITAR MIGRACIONES INTERNAS

El 'hukou' fue creado en 1958 con el objetivo de evitar posibles migraciones internas en masa y en él se incluye el nombre de la persona, su fecha de nacimiento, así como el nombre de sus padres y cónyuge en caso de estar casado, lo que lo convierte también en una suerte de libro de familia. Hasta los años ochenta, cuando China comenzó a aplicar sus políticas de reforma y apertura económica, sólo aquél que residiera en el lugar que establecía su 'hukou' podía conseguir un empleo, alimentos u otros productos de primera necesidad.

Tras implantarse las reformas comenzó a hacerse posible para los no residentes encontrar un trabajo (a menudo, por sueldos más bajos), y la situación de ilegalidad comenzó a hacerse más llevadera. Hasta el año 2003, la Policía podía detener a los "ilegales" y obligarlos a regresar a sus lugares de origen; la norma fue abolida ese año después de la muerte de uno de los detenidos y de que, tras el rechazo de la opinión pública, comenzara a cuestionarse su constitucionalidad.

Pero, en los últimos tiempos los expertos han recordado que, además de haberse demostrado su inutilidad, ya que la población campesina sigue llegando a las ciudades, el registro civil chino es injusto y ahonda las desigualdades sociales que desde la cúpula del Partido Comunista (que se ha impuesto como meta la construcción de una "sociedad armoniosa") se intenta combatir.