Grupos de observadores y oposición demandan transparencia mientras el Gobierno confirma nuevos sistemas para regular el proceso de votación
MADRID, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -
Congo-Brazaville celebra mañana domingo la segunda ronda de las elecciones parlamentarias, originalmente convocadas para el 22 de julio --casi un mes después de la primera vuelta-- y pospuestas por el boicot presentado por varios partidos de la oposición al presidente Denis Sassou Nguesso, alegando falta de transparencia en los primeros comicios y problemas de organización.
Sobre los problemas de los comicios del 24 de junio se pronunció el pasado miércoles el Observatorio congolés de Derechos Humanos (OCDH), que indicó que "tras la irregular primera vuelta, estos nuevos comicios suponen, otra vez, una prueba para las autoridades" de Congo.
La primera ronda de las legislativas se vio afectada por la tardía apertura de los comicios electorales, la falta de acceso a las urnas que sufrieron algunos votantes, y la escasez de material electoral en determinadas circunscripciones del país, lo que llevó a las autoridades a aplazar el proceso de votación en 19 distritos de todo el país.
Hay que recordar que la Asamblea Nacional Francesa de Congo-Brazzaville consta de 137 escaños. De los 46 diputados elegidos en la primera vuelta, 43 pertenecían al Partido Obrero Congolés y a sus aliados, reunidos bajo una plataforma dirigida por Sassou Nguesso.
NUEVAS PAPELETAS
Entre las medidas adoptadas por el Gobierno congolés para esta nueva ronda, destaca la creación de nuevas cartillas de registro para los votantes, para evitar las "disfunciones" registradas durante la primera votación, según informó la Comisión Nacional Electoral (CONEL) el pasado miércoles. Con esta nueva tarjeta se pretende "compensar la mala distribución de las papeletas durante las pasadas elecciones", con una cartilla especial que "se está distribuyendo en estos momentos", según el presidente de la comisión, Henri Bouka, en declaraciones a la radio estatal, y en las que precisó detalles sobre este nuevo procedimiento.
"La verdad es que es un sistema distinto, a nivel físico", explicó Bouka. "No sólo son (papeletas) azules, en lugar de amarillas: recogen, al mismo tiempo, el número de identificación, el centro y la mesa electoral", afirmó Bouka, mientras que "en la primera ronda, sólo figuraba el número de registro del votante".
La CONEL sólo entregará las nuevas tarjetas a aquellas poblaciones que se vean directamente afectadas por la votación. "Sólo los electores que figuren en las listas recibirán estas nuevas identificaciones", indicó el delegado.
Además, la nueva gestión estará controlada directamente por el nuevo director general de la Oficina de Asuntos Electorales, Gaston Ololo, que reemplazó en el cargo a Armand Babutila, cesado de sus funciones inmediatamente después de la primera vuelta por la "pésima gestión de los comicios", según el comunicado emitido por la institución.
Este nuevo sistema será, a la vez, extenso y preciso, de acuerdo con Bouka, ya que cada comuna y cada distrito contarán con su correspondiente equipo de supervisores, que comprenderán a "miembros de la administración estatal, acompañados de concejales de distrito, y respaldados por elementos de la fuerza policial".
Con estas nuevas medidas se propone incrementar el control en los 84 distritos electorales, 16 de los cuales se encuentran en la capital, Brazzaville, de cara a unas elecciones que ven reducido el número de candidatos de 1.021 a 168.
CRISIS ELECTORAL
Menos de una semana después de la primera vuelta, Ambroise Hervé Malonga, líder de la opositora Convención de Republicanos, solicitó la dimisión de François Ibovi como ministro de Administración Territorial, a pesar de que Ibovi ya había cesado a Babutila al frente de la Oficina electoral congolesa. El despido no fue suficiente para Malonga, que pidió que la reponsabilidad de las fallidas elecciones fuera asumida por funcionarios de mayor nivel.
El 30 de junio, los resultados que concedían la victoria al PCT fueron casi unánimemente boicoteados por la oposición, en particiular por Joseph Kignoumbi Kiamboungou, líder de la Unión Panafricana del Estado Congolés (UPADS), creada por el ex presidente Pascal Lissouba.
Precisamente el UPADS condicionó el pasado miércoles su participación en esta segunda vuelta a una mayor supervisión del electorado, que participó de forma "descontrolada" durante la ronda del pasado mes de junio, según declaró el secretario general del partido, Pascal Tsaty-Mabiala, durante una rueda de prensa concedida en Brazaville.
Entre otras peticiones solicitadas por la Unión, destaca la necesidad de distribuir las tarjetas de registro para los votantes, revisar la composición de las comisiones electorales, así como la necesidad de desarrollar encuestas previas a la votación, condiciones indispensables para garantizar la transparencia de los comicios conforme al nuevo calendario negociado entre Gobierno y partidos.
Con todo, el secretario general reconoció su "satisfacción" ante los resultados de la primera vuelta, en la que obtuvieron tres escaños, alcanzando así "los objetivos impuestos dentro del partido".
UNA PRIMERA VUELTA CONFLICTIVA
Casi dos mil candidatos se presentaron a la primera vuelta de las elecciones parlamentarias en Congo, que se prevé que se desarrollaron en un ambiente de tranquilidad, a pesar de las recientes acusaciones de malversación de fondos lanzadas recientemente por grupos proderechos humanos contra el presidente Ngueso.
El ambiente electoral previo se vio dominado tanto por la intensidad de las campañas electorales como por las exigencias de los partidos de oposición que han pedido a lo largo de esta semana, y como condición 'sine qua non' para participar en los comicios, la creación de una comisión electoral independiente que permita la celebración de un escrutinio libre y transparente.
Para el presidente del CNR, Frédéric Bitsamou, las condiciones fueron lo suficientemente buenas como para presentarse a las elecciones. Así, durante la celebración del último congreso del partido, el antiguo líder rebelde aclaró que su partido "acababa de alinearse con la voluntad del Gobierno", y que ya había entregado la documentación pertinente para que sus candidatos pudieran figurar en las listas para las legislativas del domingo.
Las declaraciones de Bitsamou, conocido como "el pastor Ntumi", contribuyeron enormemente a aliviar la tensión electoral, desde que el pasado 23 de enero, el movimiento realizara su petición para ser reconocido como partido político por el Ministerio de Administración Territorial y Descentralización, bajo la promesa de acabar con las luchas en el departamento administrativo de Pool, escenario de varias guerras civiles entre 1998 y 2002.
