MADRID, 23 May. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional (AI) acusó hoy a los Gobiernos y a los grupos armados de estar fomentando "deliberadamente el miedo" entre la población con el objetivo de "socavar los Derechos Humanos" y crear un mundo "cada vez más polarizado y peligroso". Asimismo, aseguró que las divisiones y la desconfianza internacional creadas tanto por la llamada "guerra contra el terrorismo" como la guerra de Irak han mermado la capacidad o la voluntad de la comunidad internacional para actuar frente a las grandes crisis de Derechos Humanos.
"Los líderes políticos están aprovechando miedos legítimos y en muchas ocasiones reales para socavar los Derechos Humanos", explicó en rueda de prensa el director de AI-España, Esteban Beltrán, con motivo de la presentación en Madrid del 'Informe 2007. El estado de los Derechos Humanos en el mundo'.
Mediante este "fomento y manipulación deliberados del miedo entre la población por parte de los dirigentes políticos", según Amnistía, "los Gobiernos están socavando el Estado de derecho y los Derechos Humanos, alimentando el racismo y la xenofobia, dividiendo a las comunidades, intensificando las desigualdades y sembrando las semillas de más violencia y conflictos".
Esta manipulación del miedo, según Beltrán, se refleja fundamentalmente en cinco grandes apartados, como son la llegada de inmigrantes, los atentados terroristas, el uso manipulado de la libertad de expresión y la disidencia, el aumento de la criminalidad y el "miedo al otro, al diferente".
Respecto al apartado de la inmigración, el director de AI-España advirtió de que se está fomentando el "miedo a una población estimada en 200 millones de personas que han emigrado en todo el mundo", lo que se refleja en detenciones ilegales y violaciones de los derechos laborales de los inmigrantes.
"La clase política ha jugado con el temor a la migración incontrolada para justificar la aplicación de medidas más estrictas contra solicitantes de asilo y refugiados en Europa occidental, mientras que los trabajadores migrantes han sufrido desprotección y explotación en todo el mundo, desde Corea del Sur hasta la República Dominicana", advirte el informe de AI.
EL MIEDO AL TERRORISMO
El miedo al terrorismo, "que en muchas ocasiones es real", ha supuesto "un retroceso en 60 años en materia de Derechos Humanos" en el mundo, según Esteban Beltrán.
Cinco años después de los atentados del 11 de septiembre, se lee en el informe, en 2006 se ha podido constatar que Estados Unidos trata al resto del mundo como si fuera "un campo de batalla gigante de su 'guerra contra el terror', secuestrando, deteniendo, recluyendo arbitrariamente, torturando y transfiriendo a sospechosos de una prisión secreta a otra por todo el mundo e impunemente, en lo que Estados Unidos ha dado en llamar 'entregas extraordinarias'".
Por ello, según la organización, "nada ilustra mejor la globalización de las violaciones de Derechos Humanos que la 'guerra contra el terror' encabezada por Estados Unidos y el programa estadounidense de 'entregas extraordinarias', en el que están implicados Gobiernos de países tan distantes como Italia y Pakistán, Alemania y Kenia".
No obstante, en 2006 se constataron "señales esperanzadoras" en esta materia. Por ejemplo, recuerda AI, "las instituciones europeas han fomentado un impulso en favor de la transparencia y la rendición de cuentas en cuanto a las 'entregas extraordinarias'" y "gracias a la presión de la sociedad civil, la ONU ha decidido elaborar un tratado para controlar las armas convencionales".
En todo caso, y al margen de los avances, la llamada "guerra contra el terrorismo" y la guerra de Irak "han creado profundas divisiones que arrojan una sombra sobre las relaciones internacionales y dificultan aún más la resolución de conflictos y la protección de la población civil", advierte AI.
"Marcada por la desconfianza y la división", lamenta la organización, "la comunidad internacional se ha visto demasiado a menudo impotente, o no ha mostrado la suficiente voluntad, frente a las grandes crisis de Derechos Humanos de 2006, ya sea en conflictos olvidados como los de Chechenia, Colombia y Sri Lanka, o en los más destacados, como los de Oriente Próximo".
Por ejemplo, "la ONU tardó semanas en reunir la voluntad suficiente para pedir un alto el fuego en el conflicto de Líbano, en el que perdieron la vida aproximadamente 1.200 civiles", denuncia la organización. "La comunidad internacional no se atrevió a abordar el desastre de Derechos Humanos derivado de las severas restricciones a la libertad de circulación de la población palestina en los Territorios Ocupados, los implacables ataques del Ejército israelí y la lucha entre facciones de grupos palestinos", añadió.
En cuanto a la crisis de Darfur, "una herida sangrante en la conciencia del mundo" según Amnistía, el informe denuncia que el Consejo de Seguridad de la ONU se está viendo obstaculizado por "la desconfianza y el doble juego de sus miembros más poderosos" y que, gracias a ello, "el Gobierno de Sudán está jugando con la ONU". "Mientras tanto, 200.000 personas han muerto, la cifra de desplazados supera los dos millones, y los ataques de la milicia se extienden a Chad y la República Centroafricana", denuncia AI.
En estas circunstancias, los grupos armados contrarios a los Gobiernos "han perpetrado abusos masivos contra los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario", según Beltrán, que citó como ejemplos el atentado perpetrado ayer en Ankara, que causó seis muertos, o los ataques con bombas contra la población civil en Irak, República Democrática del Congo, Tailandia y Afganistán.
En este último país, según Amnistía, la comunidad internacional y el Gobierno "han desaprovechado la oportunidad de crear un Estado efectivo basado en los Derechos Humanos y el Estado de derecho, y han dejado a la población sumida en una corrupción y una inseguridad crónicas y a merced de unos renacidos talibán".
En Irak, las fuerzas de seguridad "han incitado a la violencia sectaria en lugar de reprimirla, el sistema de justicia se ha mostrado absolutamente inadecuado, y las peores prácticas del régimen de Sadam Husein (la tortura, los juicios injustos, la pena capital y las violaciones sexuales impunes) han continuado", denuncia AI.
EL "MIEDO A LOS OTROS" Y LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
La violencia sectaria iraquí es un ejemplo de otro de los miedos que, según AI, están fomentados y manipulados por los Gobiernos, el "miedo al otro, al diferente". Ese miedo "está avivando la discriminación, ensanchando el abismo entre 'quienes tienen' y 'quienes no', entre 'ellos' y 'nosotros', y está dejando desprotegida a la población más marginada", denunció Esteban Beltrán.
Reflejo de ese miedo "al otro" es el aumento de la islamofobia y el antisemitismo --"cada vez más evidentes en Europa", según Beltrán--, los numerosos delitos de odio contra extranjeros registrados en Rusia y en otros países europeos y la creciente exclusión de la comunidad romaní. Asimismo, "una de cada tres mujeres en el mundo sufren violencia a manos de sus parejas", aseguró el director de AI-España.
En cuanto a la represión de la libertad de expresión y de disidencia, el documento de AI destaca como ejemplos el procesamiento de escritores y defensores de los Derechos Humanos en Turquía, el homicidio de activistas políticos en Filipinas, el constante acoso y encarcelamiento de disidentes en China, el asesinato de la periodista Anna Politkovskaya, las nuevas leyes que regulan las organizaciones no gubernamentales en Rusia y el control gubernamental sobre internet en países como China, Irán, Siria, Vietnam y Bielorrusia.