Sarkozy pide continuar los esfuerzos para que termine la protesta
PARÍS, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
El conflicto generado en Francia por la reforma de los regímenes especiales de jubilación comienza a enquistarse y la huelga del transporte público continuará durante todo el fin de semana, a pesar de que el seguimiento del paro es cada vez menor. Las asambleas generales de los trabajadores del ferrocarril y del transporte metropolitano de París han optado por continuar la movilización, pese a que ya se han producido los primeros llamamientos a la vuelta al trabajo.
El primero en hacerlo ha sido Arnaud Morvan, secretario general de la sección ferroviaria de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), la cuarta organización sindical en importancia en este sector, que ha reclamado suspender la huelga exigiendo a cambio al Gobierno el lanzamiento inmediato de las negociaciones.
"Hay un momento en el que hay que saber suspender la huelga. Nos damos cuenta de que son cada vez menos numerosos los ferroviarios que están en huelga y cada vez más los que piden que las organizaciones sindicales entren en negociación con las empresas", relató en declaraciones a France Info. Morvan admitió que era "preferible" suspender ahora la protesta y "guardar fuerzas" para más adelante por si las negociaciones "no llegan a buen término".
"Si la negociación no es satisfactoria tendremos que llamar a los ferroviarios a movilizarse de nuevo", advirtió, recordando que es necesario celebrar la primera reunión tripartita para "fijar el calendario y el contenido de la negociación". La CFDT es la primera organización sindical que pide el fin de la huelga que se inició el pasado martes 13 de noviembre.
La fractura entre la cúpula sindical y las bases lleva el diálogo a vía muerta, dado que el Gobierno lo condiciona al fin de la protesta. Mientras, Didier Le Reste, responsable de la sección ferroviaria de la CGT, indicaba a la emisora France Info que "nadie ganará nada si el movimiento descarrila o se atasca", pero que "hace falta contenido" y "respuestas" que no se han tenido hasta ahora".
Pero el ministro de Trabajo, Xavier Bertrand, ha exigido a los sindicatos que "hagan un llamamiento a la vuelta al trabajo" para poder comenzar las negociaciones. "No puede haber una huelga y una negociación en las empresas al mismo tiempo", declaró Bertrand que garantizó que el diálogo tripartito que piden los sindicatos se abrirá "inmediatamente" si piden a los suyos una vuelta al trabajo.
Por su parte, el presidente Nicolas Sarkozy ha vuelto a situarse en primera línea esta tarde al recibir en El Elíseo a los dirigentes de las compañías estatales afectadas por la reforma de los sistemas especiales de jubilación y ha pedido al Ministro de Trabajo, Xavier Bertrand, "continuar los esfuerzos" para poner fin a la protesta.
El presidente ya se reunió con los responsables empresariales el pasado martes 13 de noviembre, horas antes de que comenzara la huelga en el transporte público francés que se ha prolongado durante toda la semana. En esta ocasión, los representantes de Gas de Francia (GDF) y de Electricidad de Francia (EDF) comunicaron que la situación había vuelto "a la normalidad" en sus empresas y que la negociación tripartita podía "iniciarse según lo previsto".
Así pues, el procedimiento propuesto por el ministro de Trabajo a las organizaciones sindicales podrá aplicarse "plenamente", según explicó el portavoz del Elíseo, David Martinon. "Los usuarios siguen estando seriamente penalizados por un movimiento que no tiene ya ninguna razón para continuar, dado que se les han propuesto los mismos métodos de negociación que a EDF y GDF", dijo Martinon en referencia a las dos compañías que aún insisten en mantener la movilización (SNCF y RATP).
MENOR SEGUIMIENTO
La tercera jornada de paros en Francia ha sido secundada por un 23,3% de los trabajadores en la red metropolitana de París (RATP), frente a los 27,2% que lo hicieron ayer el 44% del miércoles, según datos de la dirección de la empresa. En los trenes, el seguimiento fue a las 11.00 horas de un 32,2% de los mientras que ayer era del 48,8% a la misma hora y del 61,5% del miércoles.
Pese a todo, para los usuarios la ligera mejoría en el tráfico es prácticamente imperceptible y sigue siendo complicado trasladarse. Mañana, las previsiones no son mejores, aunque al no ser día laborable está por ver el efecto que tiene el paro en el ciudadano de a pie, que sigue haciendo gala de paciencia para sobrellevar día tras día los atascos y las incertidumbres en andenes de metro y estaciones de tren.
Hoy se han vivido algunas escenas de tensión en París y Lille, donde piquetes de huelguistas impidieron la salida de los trenes situándose en medio de las vías con petardos y material incendiario. La dirección de la empresa calificó los actos de "absolutamente inaceptables".
LOS PROFESORES, EL MARTES
De no salir de la crisis, la huelga en el transporte podría sumarse a la de los funcionarios, que se movilizarán el martes día 20 de noviembre en contra de la reforma de la función pública planteada por el Ejecutivo, que plantea la supresión de 11.200 puestos de trabajo. El sindicato SE-Unsa anuncia que se pondrán en huelga más de la mitad de los profesores de primaria y de secundaria.
El pasado 8 de febrero, más de la mitad de los profesores de instituto se movilizaron también en contra del llamado decreto 'Robien' que aumentaba la jornada laboral de determinados docentes, una protesta que los sindicatos consideraron todo un récord.
TOSCA VUELVE A LA OPERA
Entre las buenas noticias, la que ha dado hoy el sindicato Fuerza Obrera (FO) al anunciar que "Tosca" de Puccini podrá verse hoy, mañana y el próximo martes en versión concierto en la Opera Bastilla de París después de suspenderse el preaviso de huelga para "las categorías artísticas" desde hoy y hasta el próximo 22 de noviembre.
En un comunicado, el sindicato mostraba su preocupación para no poner en peligro la producción del Tannháuser de Wagner, que se representará a partir del 6 de diciembre bajo la dirección del prestigioso maestro Seiji Ozawa. Los regímenes especiales afectan a 1.680 trabajadores fijos de la Opera de París.
