El primer ministro declara a la prensa que su propósito es alcanzar un paro del 6 por ciento y que ninguna familia carezca de vivienda
PARÍS, 12 Ene. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Aida Palau) -
A sólo 100 días de las elecciones presidenciales francesas y en vísperas de que Nicolas Sarkozy, actual ministro de Interior, sea designado oficialmente candidato de la UMP, su principal rival político en su propio campo, el primer ministro Dominique de Villepin, no baja la guardia a pesar de que públicamente no tenga intenciones de presentarse a los comicios.
En una entrevista publicada hoy por el diario económico 'Les Echos', Dominique de Villepin propone un verdadero programa económico y social para el próximo quinquenio entrando de lleno en el debate electoral. El primer ministro se pronuncia sobre todos los temas más candentes en este periodo de precampaña y se marca el objetivo de alcanzar una tasa de paro de sólo el 6% para dentro de cinco años, un porcentaje que actualmente se sitúa en el 8,8% de la población activa, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INSEE) del mes de noviembre.
Un objetivo ambicioso, sin duda, que espera alcanzar con la reforma de las indemnizaciones a los parados y el desarrollo de nuevos contratos de trabajo. Algo que en el pasado ya le valió la impopularidad entre los franceses como dieron muestra en marzo del año pasado las manifestaciones multitudinarias contra el Contrato de Primer Empleo. El CPE fue un malogrado nuevo contrato destinado a los jóvenes sin garantías sociales para el trabajador que al final Villepin tuvo que retirar de la circulación con la intervención televisada del presidente Jacques Chirac para calmar los ánimos.
Con el objetivo de permitir que "su familia política gane", el primer ministro dice pretender "enriquecer y participar con toda libertad" en el debate con la ambición, por ejemplo, de que ninguna persona carezca de vivienda. Un objetivo que se ha marcado con celeridad presionado por las circunstancias después de que el iceberg de los 'sin techo' saliera por completo a flote con las tiendas de campaña de los 'Hijos de Don Quijote' en pleno centro de París. Propuesta puesta en duda por Nicolas Sarkozy.
Villepin no escatima en propuestas: compromiso para reformar las pensiones, confianza en la fusión Suez-Gaz de France, intención de disminuir los impuestos a las empresas. Una batería de medidas que dejan en suspense sus intenciones reales en las próximas elecciones, lo que podría perturbar el camino de rosas por el que transita Sarkozy en su empresa de convertirse en la única alternativa de la derecha oficialista. Un camino apoyado por la mayoría de diputados conservadores que esta semana ya han alzado la voz para criticar la posición ambigua del primer ministro y su rechazo a apoyar explícitamente al popular Nicolas.
LA PRESIDENCIA
Sobre la polémica de su asistencia o no al congreso de la UMP que entronizará a Sarkozy como candidato a la Presidencia, Villepin ha querido zanjar diciendo que "desea asistir" pero pide de nuevo compresión para su actitud: "Soy el primer ministro de Jacques Chirac, se puede entender entonces que no me pronuncie antes de que el presidente se decida", explica Villepin. Chirac volvió a dejar ayer en el aire su eventual candidatura para su reelección por un tercer mandato.
Los 'villepinistas' dudan de la acogida que tendrá el primer ministro en el Congreso del domingo, donde el jefe de gobierno podría ser abucheado por su negativa a alinearse con la mayoría 'sarkozysta'. Según un sondeo de Opinión Way para la televisión LCI y el diario 'Le Figaro', el 53% de los militantes de la UMP creen que Villepin se ha vuelto a equivocar. A pesar de las críticas, el primer ministro vuelve a la carga para no descolgarse de las primeras filas de la escena política francesa.