Entrega 150.000 firmas a la Embajada de EEUU que piden el cierre de Guantánamo y el respeto a la legalidad internacional
MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
La organización Amnistía Internacional (AI) denunció, con motivo del quinto aniversario de la base militar norteamericana de Guantánamo, que "más de 70.000 personas han pasado por centros secretos" desde el 11-S, utilizando frecuentemente la tortura como procedimiento en sus interrogatorios.
En un acto que tuvo lugar frente a la Embajada de Estados Unidos en Madrid, el director de AI en España, Estaban Beltrán, criticó "la flagrante violación de los Derechos Humanos por parte de Estados Unidos" así como su "desprecio hacia el Derecho Internacional" en la guerra que este país mantiene contra el terrorismo.
Beltrán recordó que de las más de 70.000 personas capturadas después de que el presidente norteamericano, George W. Bush, anunciara su "guerra contra el terror", "ninguna de ellas han sido sometidos a un juicio antes de su detención". Asimismo, 775 personas han permanecido en la base de Guantánamo durante los cinco años que lleva operativa, de las cuales 445 continúan allí recluidas.
"De las 775 personas que han pasado por allí, ninguna ha sido acusada de ningún delito", denunció Beltrán, quien añadió que "17 eran menores de edad". Al parecer, algunos de estos menores también siguen en el interior de la base.
En el evento, miembros de esta organización entregaron en manos de un funcionario de la embajada 150.000 firmas que, según fuentes de AI, han obtenido en menos de un mes. Esta iniciativa "busca fundamentalmente dos medidas por parte del Congreso y el Senado de Estados Unidos: la derogación de la Ley de Comisiones Militares" así como la creación de un Comité de Investigación independiente e internacional que estudie las violaciones de los Derechos Humanos producidas en esta "guerra contra el terrorismo", según informó el director de AI.
Los cambios producidos recientemente en las dos Cámaras norteamericanas, que ahora se componen de mayoría demócrata, pueden resultar una buena oportunidad para que, según Beltrán, "Estados Unidos vuelva del lado oscuro".
AI también entregó durante el evento una "hoja de instrucciones para el Gobierno de Estados Unidos" en el que aparecen una serie de medidas que buscan el respeto al marco legal internacional. Entre ellas figuran "no minar aún más la presunción de inocencia sobre los detenidos" ni "recurrir a la pena de muerte".
Según esta organización, cualquier acción destinada a cerrar Guantánamo y otros centros de denteción secretos "deben cumplir las normas internacionales de Derechos Humanos".
"LA TORTURA ES LEGALIZADA"
Beltrán criticó que la Ley de Comisiones Militares, aprobada el 16 de octubre 2005, "por la cual la tortura es legalizada", "deniega la atención a los tribunales de los prisioneros" considerados terroristas y "puede mantener a cientos de personas en centros de detención secretos".
Esto, según Beltrán, supone la más evidente ausencia de respeto a la legalidad internacional. Aunque con el Gobierno de Bush, se haya llegado a "su fase más oscura", Beltrán estima que esta tendencia viene de mucho antes.
En este sentido, el año 1994 resulta vital para entender este giro norteamericano hacia la omnipotencia política y la desatención a los Derechos Humanos. En aquel año, Estados Unidos "se reservó prohibir los tratos inhumanos o degradantes en la Convención contra la Tortura" y comienza, según Beltrán, la fase que ha conducido a la situación actual.
Después de los atentados contra las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001, "una orden ejecutiva de Bush autorizaba la detención indefinida de personas", recordó. Entre diciembre de 2002 y abril de 2003, el secretario de Estado estadounidense, Donald Rumsfeld, "permitió técnicas de interrogatorio que son tortura, como la privación de sueño, las amenazas con perros" o el aislamiento sensorial, ilustró.
En este marco, AI señala la existencia del escándalo de los vuelos clandestinos por todo el planeta que transportan en condiciones inhumanas a presuntos terroristas, con centros de detención secretos repartidos en los cinco continentes o escándalos que han transcendido a la opinión pública como las torturas de la cárcel iraquí de Abu Ghraib.
Por todo ello, Beltrán considera que Guantánamo "sólo es la punta del iceberg de una enorme estrategia política de seguridad", situación por la cual "Estados Unidos no merece recibir el nombre de democracia en cuanto a política exterior, a pesar de ser una de las primeras del mundo".
TAREA DE LA SOCIEDAD CIVIL
Las condenas de la mayoría de los Gobiernos sobre la situación de ilegalidad que supone Guantánamo no es suficiente para su cierre, en opinión de Beltrán. Con independencia de estas condenas, de carácter eminentemente formal, transciende la permisividad e incluso la cooperación de muchos Estados. Es necesaria en opinión del director de AI una revisión de las relaciones internacionales de todos los países con Estados Unidos.
Por ello, además de la implicación y el compromiso de todos los Gobiernos, resulta también vital que la "sociedad civil" participe en la eliminación de Guantánamo y la normalización de esta situación presionando a los políticos que los representa. Se han producido más actos de protesta de Ai en otras 15 ciudades españolas y 20 capitales del mundo.
