Las Guardias prometen responder "con fuerza" mientras Estados Unidos denuncia más soldados muertos a manos de milicias entrenadas por Irán
MADRID, 18 Ago. (EUROPA PRESS) -
Con el inicio de los procedimientos, el pasado miércoles, por parte de la administración estadounidense para designar a la Guardia Revolucionaria iraní como organización terrorista, se abre una nueva brecha entre ambos países, sobre todo después de que el máximo comandante del cuerpo iraní amenazara con responder "con fuerza" a estas acusaciones.
De momento, el único nexo de unión entre estos países son las conversaciones que mantienen sus embajadores en Irak, y que se circunscriben únicamente a los problemas de seguridad que atraviesa el país árabe. Pero incluso éstas podrían verse amenazadas si la información que manejan las agencias de inteligencia estadounidenses, y que apuntan a Teherán como presunto 'entrenador' de milicianos iraquíes para formar células terroristas altamente operativas y especializadas, resultan confirmadas.
No hay que olvidar, además, que Estados Unidos tiene intención de construir un escudo antimisiles en Europa del Este, destinado a proteger sus intereses frente a "estados ladinos" --un término acuñado por el ex presidente Clinton y ahora descartado por la actual administración-- entre los que Irán se encuentra incluido, así como Corea del Norte. Esta cuestión ha sido clave a la hora de definir las posturas de terceros países en este conflicto: Estados Unidos ha lamentado en numerosas ocasiones en escaso apoyo que recibe en sus cruces verbales contra el Gobierno iraní, que por su parte recibe el total apoyo de Rusia, que "no considera a Teherán una amenaza", en palabras de su presidente, Vladimir Putin.
Las Guardias Revolucionarias componen la sección más importante del Ejército iraní. Equipadas con sus propias fuerzas de tierra, mar y aire, así como con su unidad especial de élite, las Fuerzas Al Quds, son capaces de ordenar la activación de las fuerzas Basij, compuestas por 90.000 soldados, 300.000 reservistas y, en caso de emergencia, once millones de voluntarios.
IRAK
Irak es, de todas formas, el principal punto de conflicto entre ambos países. Estados Unidos acusa a Irán de entrenar, armar y controlar parcialmente grupos de milicianos chiíes que operan con especial intensidad en la capital, Bagdad. Así, el principal comandante de operaciones de tierra en Irak, el general Raymond Odierno, declaró esta semana que las guerrillas financiadas por Teherán se han convertido en la primera causa de muerte de los soldados estadounidenses en el país árabe, reemplazando en el primer lugar a la tradicionalmente letal insurgencia suní.
Según Odierno, el 73 por ciento de los ataques en los que soldados estadounidenses han muerto o han resultado heridos han sido provocados por insurgentes relacionados de alguna forma con Irán, lo que supone el doble de víctimas de hace seis meses. Esta cifra se suma a una de las denuncias estadounidenses más prolongadas: la que acusa a Irán de entregar material armamentístico, especialmente los artefactos conocidos como Explosivos de Alta Penetración (EFP, por sus siglas en inglés) a las milicias iraquíes, que se emplean regularmente por su capacidad para atravesar el blindaje de los vehículos todoterreno Humvee empleados por las tropas estadounidenses, antes de estallar. Este tipo de ataques suele acabar con la vida de todos los ocupantes del vehículo.
El presunto adiestramiento que reciben las guerrillas iraquíes parte de la unidad Al Quds. Según el Ejército estadounidense, sus campamentos reciben cada mes entre 20 y 60 milicianos procedentes del Ejército del Mahdi --la insurgencia que tiene al clérigo antiestadounidense chií Muqtada al Sader como líder espiritual-- que posteriormente son trasladados a instalaciones de entrenamiento cerca de la capital iraní.
Allí, los milicianos "desarrollarían sus habilidades" en colaboración ocasional con instructores formados a su vez en las guerrillas chiíes libanesas de Hezbolá. Los ejercicios de entrenamiento incluirían manejo de explosivos, prácticas de tiro franco, combate cuerpo a cuerpo y operaciones de secuestro. Después, son devueltos a Irak a través de la frontera.
El objetivo de este proceso es "convertir a la milicia en grupos especiales que terminarían formando una red similar a Hezbolá", según uno de los portavoces del Mando estadounidense en Irak, el general de brigada Kevin Bergner, en declaraciones a la revista estadounidense 'Time'. Según los datos recogidos por las agencias de seguridad estadounidenses, cerca de 20 de estos grupos se encontrarían operando en Irak en estos momentos.
Por ello, Estados Unidos ha comenzado a realizar los movimientos preliminares destinados a designar al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria iraní como una Organización Terrorista Extranjera (FTO, en sus siglas en inglés), término creado por el presidente estadounidense, George W. Bush, en 2003 como parte de las medidas tomadas tras los atentados del 11 de septiembre para cortar la financiación de los grupos terroristas, en un nuevo ataque contra la República Islámica.
En principio, la decisión de hacer estos primeros movimientos se tomó para designar a los elementos del Cuerpo como una Organización Terrorista Extranjera (FTO), aunque la discusión se centra ahora en si debería aplicarse a todo el grupo o solo a Al Quds, opción que deberá ser tomada por la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice.
La decisión preliminar de incluir a la guardia revolucionaria entre las organizaciones terroristas se verá supeditada a las negociaciones entre Estados Unidos e Irán. El embajador estadounidense en Bagdad, Ryan Crocker, se ha reunido dos veces con su homólogo iraní, Hasan Kazemi, en los últimos meses para establecer el marco de las conversaciones, aunque aún no se ha obtenido ningún progreso.
Pero para declarar a la Guardia en esta lista, es necesario presentar pruebas que los oficiales estadounidenses han reconocido que no tienen en su poder. El propio Crocker ha afirmado que Irán niega toda implicación en este entramado, incluso de puertas adentro. El parlamentario Falá Shanshal, leal a Al Sader, se ha encargado de cortar este tipo de relación con Teherán desde el extremo iraquí: "Siento decir que todas estas acusaciones carecen de base. No somos los chicos malos que creen que somos".
RESPUESTAS IRANÍES
"América recibirá un duro golpe de nuestra Guardia en el futuro", declaró el comandante del cuerpo, Yahya Rahim Safavi. "No permaneceremos en silencio ante la presión estadounidense y usaremos nuestra ventaja contra ellos", añadió, sin dar más detalles, en la primera declaración pública tras el anuncio de Washington.
De igual modo se expresaba el Imán de la Oración del Viernes, Ayatolá Seyed Ahmad Jatami. "Que el departamento de Estado decida incluir a la Guardia en su lista de organizaciones terroristas mundiales no es más que otra estrella dorada en el orgullo de la institución",
La declaración, realizada con motivo del Día de la Guardia, en el 28 aniversario de su creación, es otro ejemplo de la imperturbable postura iraní ante las denuncias estadounidenses, consideradas infundadas por Teherán, ya que "no hay nada en la historia de la Guardia que no sea defender el Islam, enfrentándose a los enemigos del exterior y desarticulando conspiraciones internas", según el clérigo, en declaraciones recogidas por la agencia iraní IRNA.
De esta forma, ayer viernes se anunció un acuerdo firmado por los comandantes de la Guardia Revolucionaria y representantes de la Guardia Fronteriza iraquí, por el que ambos cuerpos incrementarán los puestos de control en la frontera entre ambos países, en especial en la porción de territorio separados por el río Arvand.
